El periodista, concejal capitalino progresista y víctima de las 'chuzadas' del DAS, Hollman Morris, manifestó que con la 'retractación a medias' que hace el expresidente y senador Álvaro Uribe sobre el columnista Daniel Samper 'pierde nuevamente una oportunidad de grandeza'.
Morris, actor a mediados de 2016 de una conciliación en medio de una demanda penal contra Uribe por injuria y calumnia, luego de que el líder de la oposición de derecha lo relacionara a él y al Canal Capital con el 'terrorismo', le dijo a EL HERALDO: 'Álvaro Uribe nuevamente pierde una oportunidad de grandeza, de conciliación, y lo que hace es una retractación a medias donde vuelve y ataca, y donde no se expresa un sentido real de rectificación'.
Advierte además el izquierdista que el hecho de la orden de retractación pone de presente que un personaje tan poderoso como un expresidente, y en este caso como Uribe, no es 'intocable': 'con el primer paso que dimos nosotros o la Corte Suprema al llevar a Uribe en mi caso a la conciliación se sentó un precedente de que no es intocable y que lo pueden llamar a los estrados. Empieza a romperse esa idea de que era intocable, porque recordemos que la Corte solo le hizo un llamado al expresidente en el caso de Daniel Coronell -columnista al que llamó 'extraditable'- y en el caso de Reynaldo Villalba -abogado a quien relacionó con la guerrilla-'.
Narra que en el caso de su pleito con el senador del Centro Democrático 'mandándole un mensaje al país de reconciliación, le regalé un libro, 'El factor humano', que habla del proceso de paz en Sudáfrica, pero creo que no lo ha leído'.
Finalmente, destacó que ya se sancionen de alguna manera este tipo de comportamientos de acusar de falacias a las personas públicamente: 'ojalá la cortes lo hubieran llamado a rectractarse desde mucho tiempo atrás, porque este comportamiento de señalamientos lo inicia desde su primer mandato como presidente en 2002 contra defensores de derechos humanos o a periodistas que hacíamos un control riguroso, y siempre fue impune, sectores de la sociedad se hicieron los de la vista gorda, y esto escaló a un nivel donde ya era incontenible'.