'Hoy, 31 años después que mi esposa saliera de la casa, lo recibo de la manera que nunca imaginé y nunca desee. Hoy, 18 de septiembre, que Jimmy cumpliría 60 años, está nuevamente con su familia. Fueron 31 años muy dolorosos'.
Las palabras son de Pilar Navarrete, esposa de Héctor Jaime Beltrán Fuentes, desaparecido en la toma y recuperación del Palacio de Justicia el 6 y 7 de noviembre de 1985 y cuyos restos fueron identificados el pasado 2 de junio, en la tumba del exmagistrado auxiliar Julio Cesar Andrade, ubicada en el cementerio Jardines del Recuerdo en Barranquilla.
'Yo dejé todo de lado y mi motivo de vida fue la búsqueda de Héctor Jaime y de sus compañeros desaparecidos. La lucha por saber dónde estaban, qué les pasó y cuándo regresarían, me absorbió. También se transformó en cómo tenerlo siempre presente, cómo no permitir que se olvidaran de lo sucedido, de los crímenes cometidos por el Estado ese día', agregó.
Navarrete habló durante la ceremonia de entrega digna de restos de Beltrán, en el patio interno del Palacio de Justicia de Bogotá, donde hace casi 32 años, el horror, las armas y el fuego consumieron a las Altas Cortes.
Beltrán Fuentes era empleado en la cafetería del Palacio de Justicia y por su desaparición forzada, junto con la de otras diez personas más, fue condenado el Estado Colombiano el 10 de diciembre de 2014 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por graves violaciones de derechos humanos cometidos por la Fuerza Pública.
'Hoy siento por fin algo de tranquilidad al tener por fin algunos de los restos de Jimmy y un profundo agradecimiento con la familia del magistrado auxiliar Julio Cesar Andrade, quienes por decisión propia exhumaron los restos de su padre y gracias a ello, hallamos los restos de mi esposo y que ahora asumen un dolor inmenso. Les juro que los acompañaré por siempre', agregó Navarrete.
Las dudas siguen presente para los familiares de las víctimas y de los desaparecidos del Palacio de Justicia que no comprenden por qué los restos están apareciendo en otras tumbas y por qué se actuó de manera irregular por las autoridades en ese noviembre de 1985.
Por su parte, Héctor Jaime Beltrán, padre de la víctima, aseguró que por fin siente 'algo de tranquilidad en mi espíritu, porque han entregado los restos de mi hijo que tanto hemos llorado. Yo pienso que mi familia ha encontrado algo de reposo'.
No obstante, Beltrán aseguró que nunca se imaginaron que los restos estarían en Barranquilla y señaló que entiende ahora el dolor de una familia que ahora pasa a ocupar la lista de los desaparecidos. 'Han habido tantos reconocimientos erróneos que lo confunden a uno. Para mí se debe tener coraje para soportar todas estas vicisitudes de la tragedia que nos enlutó', señaló.
Por su parte, el abogado Eduardo Carreño Wilches, del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, quien ha acompañado a la familia en este largo proceso, señaló que si no fuera por la sentencia de la Corte Interamericana muchas de las labores que ahora adelantan las autoridades no serían posibles.
'Aquí hay que decir verdades. En el proceso está probado que dos meses antes de la toma los organismos de seguridad del Estado conocían que esto se iba a hacer, hecho ratificado 20 días antes. Eso lleva una responsabilidad del Estado porque cuando uno sabe y facilita todo para la toma, tiene responsabilidad penal', dijo.
En ese sentido, Carreño cuestionó que haya tomado ocho meses para que se designara un nuevo fiscal en este caso y aseguró que debe haber investigaciones por las líneas de mando de los uniformados que estaban a cargo.
Precisamente, el Fiscal investigador, Jorge Hernán Díaz Soto, indicó que la entidad se ha empeñado en buscar la verdad judicial y en hacer una reconstrucción histórica de la verdad, para caminar hacia una memoria colectiva sobre el Holocausto del Palacio de Justicia.
'El hecho de que hoy la investigación integre otro tipo la verdad y vuelva sobre documentos y testimonios en el pasado, no necesariamente judiciales, fortalece nuestro trabajo y nos permite dar resultado', señaló.
De acuerdo con el Fiscal Díaz Soto, que ahora haya nuevos desaparecidos 'plantea nuevos interrogantes y compromete más nuestro trabajo, así como el de Medicina Legal, en la medida que debemos lograr la plena identidad de las 99 personas que fallecieron'.
La directora de la Unidad de Víctimas, Yolanda Pinto, consideró que la familia de Héctor Jaime Beltrán hizo con su búsqueda un acto de amor, de resistencia, de memoria y capaz de hacerle frente a los años de sufrimiento y de dolor.
'Hoy, pasados casi 32 años, nos convoca la entrega de los restos de un hijo, esposo, hermano. Se juntan tres certezas: la aparición de un desaparecido, la noticia y certeza de su muerte y la desafortunada y dolorosa noticia que con su hallazgo nos presenta una nueva desaparición, la del doctor Julio Cesar Andrade', aseguró.
El año pasado se hizo la ceremonia de entrega de restos de Cristina del Pilar Guarín, hallada en la tumba de María Isabel Ferrer Velásquez; así como de Luz Mary Portela, cuyos restos fueron hallados en un cementerio, enterrados erróneamente bajo el nombre de Libia Rincón Mora.
El pasado 2 de septiembre, Medicina Legal igualmente identificó los restos de Bernardo Beltrán Hernández, quien también se desempeñaba como mesero de la cafetería del Palacio en el momento en que ocurrieron los hechos.