La semana pasada volvió a hacer trámite en el Congreso de la República un proyecto de ley por medio del cual se reforma el alcance de la ley 1475 de 2011, en la que se prevé, entre otras normas, la recolección de firmas para inscribir candidatos a los cargos uninominales y en corporaciones.
El autor del proyecto es el representante del Partido de la U, Didier Burgos, quien ya había radicado esa iniciativa hace poco más de un año, pero que no se le dio trámite. El congresista consideró que ahora, en el momento en que más de 60 iniciativas ciudadanas buscan firmas para ser candidatos a la Presidencia de la República y el Congreso, es preciso ver una limitación a ese mecanismo.
Burgos dice que los ciudadanos tienen el deber de ser responsables no sólo con su voto sino con su firma: 'hay muchos ciudadanos en el país que recogen firmas, e inclusive consiguen empresas para que las recolecten'.
Para el representante, esto que viene sucediendo en la actualidad, está tergiversando la idea de la Ley 1475. 'La ley que tramito propone una serie de inhabilidades e incompatibilidades para quienes aspiren a ser candidatos y ser elegidos en alguno de esos cargos', indicó Burgos, quien precisa que si alguien recoge cien mil firmas pero en el día de las elecciones apenas saca cinco mil votos, debería tener una sanción.
Igualmente, el proyecto dice que no se debe inhabilitar como candidato a aquella persona que tenga relación en primer o segundo grado de consanguinidad con alguien que tenga una dignidad de un partido político.