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Esta semana pasó en primer debate la ley ‘Ana Cecilia Niño’, que busca prohibir el asbesto en el país por contener propiedades cancerígenas, una sustancia que ha causado la muerte de miles de personas en el mundo.

El proyecto de ley, que lleva el nombre de una de las víctimas de esta sustancia en el país, ya se había presentado siete veces en el Congreso sin que hubiera tenido ningún avance. Sin embargo, la presión de miles de colombianos en las calles, a través de las redes sociales y los medios de comunicación permitió que la propuesta tuviera mayor impacto a nivel nacional y fuera acogida nuevamente por el Legislativo.

La organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que hay más de 100 mil muertes al año en el mundo producto de la exposición al asbesto. En Colombia, se estima que más de 300 colombianos mueren al año por enfermedades relacionadas con esta fibra.

En el año 2015, el uso de cualquier tipo de asbesto había sido prohibido en más de 50 países, sin embargo, cerca de 140 naciones, entre ellas Colombia, aún lo permiten con poco o ningún control.

El panorama en América Latina es preocupante ya que solo cuatro países lo han prohibido. El primero en hacerlo fue Argentina, seguido de Chile, Uruguay y Honduras, países que prohibieron la producción, importación, distribución, venta y uso de todo tipo de este mineral y materiales que lo contienen.

Para el director científico de la Liga Colombiana contra el Cáncer, Carlos Castro, la lucha contra la prohibición de esta fibra no se ha dado de forma rápida, como con el tabaco, a pesar de las evidencias científicas sobre las enfermedades que causa.

'La lucha contra el asbesto a nivel global ha estado más lenta de lo que uno quisiera, a pesar de que desde el punto de vista científico no existen dudas de que la exposición a esta fibra puede producir problemas muy serios como el cáncer de pulmón, y tampoco ha sido tan debatido como con el tabaco', señaló Castro.

En el informe 'El asbesto sigue enfermando a Colombia', realizado por la organización Greenpeace Colombia y la Universidad de los Andes, se revela que el asbesto es producido en grandes cantidades en el país y que en el año 2007 Colombia fue la sexta nación que más producía este mineral a nivel mundial, además resalta que todavía se comercializan productos que lo contienen, principalmente tejas, láminas, partes de vehículos, papel y cartón industrial, entre otros.

Propiedades cancerígenas

El asbesto es una fibra utilizada por la industria para la fabricación de tanques de agua, tejas, partes de vehículos y otros elementos con los que fueron construidas muchas viviendas en el país y en el mundo, y varias investigaciones descubrieron que causaba graves daños a la salud de las personas que tenían contacto directo con la sustancia.

Este problema ha causado alarma en varias organizaciones y personas en el país porque millones de colombianos han convivido con esta fibra durante muchos años sin saber las consecuencias que puede causar el contacto y exposición para la salud de sus familias.

Esta fibra ha sido considerada cancerígena por distintos organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud y el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), ya que resulta perjudicial para la salud de las personas principalmente cuando se encuentra disperso en el aire por labores como la extracción del mineral, la actividad de producción, su inadecuada disposición, así como la reparación de instalaciones que lo contengan.

Las afectaciones se generan principalmente porque las partículas de este mineral se desprenden y al respirarlas ingresan a todo el sistema respiratorio alojándose en algunos órganos, lo que contribuye a germinar algunos cánceres, principalmente asbestosis y mesotelioma, que afecta los pulmones y causa dificultad para respirar.

Para algunos especialistas, como el doctor Germán Fernández, miembro de la junta directiva de la Federación Médica Colombiana, lamentablemente la enfermedad se detecta en estados muy avanzados que ya comprometen la vida del paciente.

'Se manifiesta con problemas pulmonares como irritación bronquial, dificultad respiratoria, cansancio anormal, que obliga a los pacientes a consultar al médico, y cuando lo hacen generalmente la enfermedad ha avanzado lo suficiente para poner en riesgo su vida y llevarlo a su fallecimiento', señala Fernández.

Para el médico, hay una evidencia científica nacional e internacional que liga la patología cancerosa con el uso o la inhalación del asbesto y la prevención fundamentalmente consiste en que las personas no estén en contacto con el mineral.

'Consideramos de la mayor importancia que el Congreso de la República continúe debatiendo el tema y ojalá, como lo ha hecho un número importante de países, se prohíba el uso del asbesto en la producción industrial, ya que es positivo para la salud pública del país', resaltó Fernández.

En ese sentido, el director científico de la Liga Colombiana contra el Cáncer, Carlos Castro, señaló que es importante debatir la problemática para evitar muertes, a pesar del 'boicot' que iniciarán las empresas que se ven afectadas económicamente con la prohibición.

'Cuando podemos evitar muertes tenemos el compromiso ético y moral de tratar de abrir los ojos para que los que legislan sean conscientes del problema, basados en evidencias científicas, y procedan en consecuencia. Esperamos la reacción de los que están defendiendo el asbesto porque habrán intereses económicos que se pueden ver perjudicados y estarán definiendo su artillería para boicotear los siguientes debates', indicó Castro.

Las preocupaciones también se han extendido porque muchas de las tejas y tanques de agua que fueron fabricados con asbesto en el país, que se pueden reconocer por ser de cemento y tener una tonalidad grisácea, no han sido cambiados, y el agua que se almacena podría ser contaminada con la fibra y ser ingerida, aumentando el riesgo de sufrir cáncer en un futuro.

Ana Cecilia Niño

Uno de los casos que causó más impacto de la problemática del asbesto en el país fue el de la periodista Ana Cecilia Niño, quien vivió durante 17 años cerca de la planta de Eternit en Sibaté (Cundinamarca), la cual utiliza esta fibra para la fabricación de varios productos.

Este contacto con el asbesto le causó a Ana Cecilia un cáncer, llamado mesotelioma, que terminó con su vida a principios de este año. Sin embargo, al conocer su enfermedad emprendió junto con su esposo Daniel Pineda una lucha para prohibir esta sustancia en el país.

'Las calles del barrio se llenaban de un polvo por esos desechos con los que se levantaban las calles, jugábamos a las escondidas entre los tubos rotos que dejaba la fábrica. El médico me explicó que esos desechos contenían un elemento llamado asbesto, me dijo que él tenía muchos pacientes de esa zona, algunos vivos, otros no, que también padecieron mesoteliomas', manifestó en su momento Ana Cecilia.

Por su parte, Greenpeace Colombia ha denunciado que la empresa Eternit dejó de utilizar el mineral en los productos que exporta a otros países, pero no se ha comprometido 'a dejar de amenazar la salud y el medio ambiente de Colombia'.