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Tres meses fue el tiempo por el que fue suspendido el Superinendente Nacional de Salud por la Procuraduría General de la Nación por autorizar el inicio de operaciones de la EPS, Medimás, sin que contara con una red prestadora de servicio en el país.

Además se le suma el hecho de no haber iniciado con los procedimientos en contra de esta por las reiteradas denuncias por incumplimiento que hubiesen podida dar lugar a la intervención forzosa administrativa, toma de posesión, revocatoria o suspensión del certificado de autorización.

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Así mismo, la medida tomada por la procuraduría será notificada al presidente Juan Manuel Santos para evitar que el sancionado vuelva a incurrir en el hecho.

La Procuraduría pudo establecer que a la Superintendencia de Salud llegaron más de 15.000 quejas, peticiones, reclamos y solicitudes sobre las deficiencias en la prestación del servicio por parte de la empresa promotora de salud Medimás S.A.S., sin que se hubieran tomado cartas en el asunto.