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Un gobernador indígena fue asesinado en el noroeste de Colombia en un hecho que la comunidad atribuye a la guerrilla ELN, actualmente en cese al fuego con el gobierno como parte de las negociaciones de paz, informaron el miércoles fuentes oficiales y sociales.

El homicidio ocurre en medio de una oleada de crímenes contra líderes sociales en Colombia, que según la Defensoría del Pueblo (ombudsman) ha acabado con la vida de 199 activistas en los últimos 22 meses.

Aulio Isarama Forastero, gobernador del resguardo Catru Dubaza Ancoso del Alto Baudó, en el selvático departamento del Chocó, fue asesinado la noche del martes, informó este miércoles la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).

'El gobernador (...) se encontraba realizando las actividades en su comunidad, cuando aproximadamente cinco hombres armados identificados con prendas del ELN, del frente Resistencia Cimarrón, lo intimidan y se lo llevan bajo engaño, diciendo que van a hablar con los jefes de ellos', indicó la ONIC en un comunicado.

'Alrededor de dos horas después (cerca de las 19H00 locales), la comunidad escucha varios tiros, a lo que creen fue en ese momento cuando acabaron con la vida de la autoridad indígena. Posteriormente, este grupo armado envía la razón a la comunidad, que pueden ir a reclamar el cuerpo', agregó.

En un audio enviado a la AFP, la guerrilla dijo que el hecho está bajo investigación. 

Tanto la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos como la misión de apoyo al proceso de paz de la Organización de Estados Americanos condenaron el homicidio.

La policía indicó en un boletín que según versiones de las comunidades el gobernador había recibido 'amenazas recientes' y que las autoridades investigan el crimen.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el gobierno de Juan Manuel Santos decretaron un cese al fuego temporal que entró en vigor el 1 de octubre como parte de los diálogos de paz que sostienen en Quito.

Hasta el momento, el gobierno ha dado parte de cumplimiento de la tregua, que finaliza el 9 de enero, por lo que en caso de comprobarse la autoría del ELN en este caso, sería la primer violación.

El ELN, con unos 1.500 combatientes según cálculos oficiales, tiene en el Chocó, el departamento más pobre del país, uno de sus principales centros de operación.

La ONIC sostuvo que en este departamento el ELN 'no ha cesado' las actividades armadas desde el inicio del cese al fuego. Entre ellas mencionó la siembra de minas antipersonales, reclutamiento forzado y amenazas al territorio indígena, además del secuestro el 7 de octubre del docente aborigen Jhon Eriberto Isarama.

El gobierno busca la 'paz completa' tras la firma de un pacto con las FARC, que fuera la guerrilla más poderosa de América y ahora está desarmada y convertida en partido político, para superar medio siglo de conflicto armado.

Además del ELN, en Colombia operan bandas criminales de origen paramilitar, disidencias de las FARC y narcotraficantes.