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En un momento complicado parece estar el proceso de paz con la guerrilla del ELN. Así lo demuestra la renuncia de Juan Camilo Restrepo como representante del equipo negociador del Gobierno Nacional y la posterior comunicación enviada por este grupo subversivo, donde aseguran que por los diferentes hechos que se han presentado, el cese al fuego bilateral está en riesgo.

Lo cierto es que tanto Restrepo como el ELN reconocen que el proceso ha sido bastante complejo. Con el anuncio de su retiro de la mesa de Quito, el jefe negociador afirmó que se va tranquilo por lo trabajado, pero que 'estas negociaciones no han sido fáciles' y que espera se mantengan los avances hasta enero del próximo año, cuando empiece el nuevo ciclo en el país vecino.

El ELN, por su parte, dice que pese a que los dos meses de cese al fuego han representado un alivio humanitario, 'varios hechos a manos de la Fuerza Pública' representan la violación de lo pactado y manifiesta su preocupación por los incumplimientos estatales.

La salida de Juan Camilo Restrepo de la mesa se tiene contemplada para enero, cuando inicie el quinto ciclo del proceso en Quito (Ecuador), la cual obedece a razones personales. 'Yo hago parte de un Tribunal de Arbitramento radicado en la Cámara de Comercio de París y eso va a tener una intensificación en sus trabajos importante en el primer trimestre del año, por lo que necesitará de mi atención y permanencia en Bogotá', afirmó.

El presidente de la República, Juan Manuel Santos, manifestó que se deben redefinir las condiciones del cese al fuego con el ELN y catalogó el final de cuarto ciclo como positivo. 'Hemos avanzado satisfactoriamente en los puntos de la agenda y esperamos que desde enero podamos avanzar mucho más. Juan Camilo Restrepo me había dicho desde hace tiempo que debía retirarse, pero eso no significa que no vamos a continuar con el proceso', aseguró Santos.

Para Jhon Marulanda, experto en seguridad, la salida Restrepo, junto con la amenaza de este grupo guerrillero de no seguir con el cese al fuego, es un indicio de que las cosas no están bien en Quito. 'Esto se suma a las denuncias del fiscal, Néstor Humberto Martínez, en las que afirma que el ELN ha aumentado notoriamente su vinculación con el narcotráfico', afirma el experto.

'Con las declaraciones del ELN, la salida de Restrepo y las evidencias de la Fiscalía, las negociaciones están en un escenario complicado. Yo no diría que en un grave riesgo, porque el Gobierno ha puesto todo su empeño en lograr un proceso de paz con esta guerrilla, pero sí veo las negociaciones difíciles', dijo Marulanda.

Para el experto, este grupo guerrillero debe dejar de amenazar al Gobierno y el presidente debe tener menos contemplación en el tema de seguridad con ellos. 'El Gobierno necesita empezar a bombardear los grupos terroristas, tal y como lo ha anunciado, porque es necesario que tome medidas que definitivamente permitan que este grupo se someta', agregó Marulanda.

Enrique Serrano, analista de temas políticos, contrario a lo que manifiesta Marulanda, piensa que la salida de Restrepo no es señal de que las cosas vayan tan mal en Quito, sino que es una estrategia electoral de cara a las elecciones de 2018.

'Todo lo que hace el Gobierno lleva una intención electoral. En su momento, seleccionar a Juan Camilo Restrepo como jefe negociador, también lo fue. Y ahora lo es su salida. Lo que quieren es tener resultados mucho más rápidos y eficientes en la negociación con el ELN antes de las elecciones presidenciales', dijo Serrano.

El analista comparó el proceso de paz de las Farc con el ELN y manifestó que la complicación en las negociaciones con esta última, quizá se debe a que esta es mucho más rural y está sumida en viejos ideales. 'Seguramente no han obtenido lo que esperaban con Restrepo durante el proceso', aseguró.

'Con la salida de Restrepo lo que busca el presidente no es debilitar la negociación, sino acelerar el proceso. Ahora, eso dependerá de quién será designado como el nuevo negociador. Seguramente buscarán a alguien con más afinidad y vínculo con el ELN, porque Juan Camilo demostró no tenerlos y no conocer suficientemente el lenguaje de ellos', indicó Serrano.

Aclaró el analista que lo más probable es que esta guerrilla quiera lo mismo que las Farc, pero que el Gobierno tendrá que buscar una manera diferentes de concretar dichos acuerdos con ellos.

En cuanto al posible reemplazo de Restrepo, Serrano manifestó que dado el contexto electora es difícil saber quién será, pero es muy probable que Santos se apoye mucho en personas como Bruce Mac Máster, Frank Pearl y Sergio Jaramillo para tomar la decisión. 'Serán ellos lo que estarán aconsejando al Gobierno sobre la personas adecuada para heredar esta papa caliente', agregó el analista.

El analista Político Mauricio Jaramillo, cree que es difícil saber qué va a pasar con la salida de Restrepo. 'Esto tendría dos implicaciones: Una positiva y una negativa. La positiva es que puede haber oxígeno en el equipo negociador del Gobierno. Si se mira desde este punto de vista, esta decisión puede significar el deseo de flexibilizar posturas', manifestó.

Como interpretación negativa, de acuerdo al analista, está el hecho de que cuando este tipo de cambios suceden, en general, hay inestabilidad en las negociaciones. 'Uno puede presumir que hay disensos importantes entre los negociadores. Y esto le podría restar legitimidad al Gobierno', afirmó el analista.

Para Jaramillo, la salida de Juan Camilo Restrepo puede obedecer a que Santos cedió a la presión del sector conservador, que no está de acuerdo con una política de paz. 'La otra es que Restrepo esté pensando en apoyar una candidatura y necesite desligarse del Gobierno, pero lo veo muy difícil', añadió el experto.

Según el analista, pese a que todavía no se sabe el nombre de quién va suceder a Restrepo, el presidente va a optar por alguien de su entera confianza y que no represente ningún movimiento político o colectividad. 'Están buscando a alguien que les evite el calor de las elecciones o presiones de los partidos', puntualizó Jaramillo.