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La Farc aceptó en un comunicado de prensa que las mujeres que hacían parte del grupo subversivo y que se encontraban en estado de embarazo, podían elegir entre abortar o abandonar la guerrilla.

De acuerdo con el ahora grupo político, el asunto está siendo usado por sus opositores como un 'caballito de batalla' para promover 'una campaña mediática de desprestigio y de ataque personal'.

'Las mujeres embarazadas debían tomar la decisión de asumir su maternidad y retirarse de la fuerza o dar por terminado su estado. La decisión era de la mujer y respetada por la organización. Si existen casos donde se faltó a la norma, serán juzgados por la JEP y los hombres y mujeres en proceso de reincorporación, se someterán a los designios de los tribunales', dice la comunicación.

La Farc explicó también que se promovía el uso de anticonceptivos y se entregaba formación para una vida sexual saludable y responsable.

'En los diálogos de La Habana, discutimos y aceptamos someternos a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), pero también aceptamos que aquellos hombres y mujeres que hubiesen cometido actos no relacionados con la lucha política deberían someterse a la justicia ordinaria. Esa determinación no se incluyó a último momento en el Congreso, como se ha querido mostrar por algunos medios', dice el documento.