Compartir:

Un día después de que Zeuxis Pausias Hernández conocido como ‘Jesús Santrich’ fuera trasladado del pabellón de paz de la cárcel La Picota al hospital el Tunal en Bogotá, como medida preventiva por su estado de salud, un gran esquema de seguridad se desarrolló a las afueras del centro médico.

Un helicóptero sobrevolando y distintos miembros de las fuerzas armadas especiales comandando la puerta principal del hospital y sus alrededores, desde la Policía Nacional pasando por el Ejército, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) y el Grupo de Operaciones Especiales (GOES), estuvieron vigilantes del lugar para que nada extraordinario suceda durante la estadía de Santrich.

A media mañana, a las 10:30 de la mañana, un carro de la Cruz Roja anunciaba la llegada del Comité de Protección Internacional para verificar el estado de salud del ex guerrillero de las FARC, ahora partido político.

Pasadas cuatro horas  los coordinadores no pudieron ingresar, los guardias argumentaron que 'nadie externo está autorizado a ingresar', por lo que con cara de extrañeza los miembros de la Cruz Roja Internacional volvieron a su móvil para hacer guardia durante el resto del día hasta una nueva autorización.

La tarde caía y el cielo se cubría cada vez de nubes que indicaban lluvia, poco a poco las gotas se estrellaron contra el suelo mientras que todo transcurría con tranquilidad. Los vendedores miraban ansiosos cada vez que algún miembro del esquema de seguridad salía para tomar un tinto mientas que la mirada era clavada en el cuarto piso del centro médico destinado para que Santrich aguardara tras 19 días de haber iniciado una huelga de hambre como rechazo a su captura por delitos de narcotráfico.

Para Beatriz Beltrán, paciente afectada del cuarto piso '¿será que ese caballero es del Sisbén?, no me parece justo que mientras que uno tiene que esperar horas para ser atendido en un pequeño consultorio ese tiene un solo piso para su disfrute'.

Junto a la voz de Beltrán se sumó la de Carlos Méndez, vendedor de salpicón, quien manifestó que 'tanta seguridad no es por si le pasa algo a Santrinch es más porque temen que se vuele del hospital'.

A pesar de esto, las personas se encontraban sorprendidas al no ver aún a un miembro de las FARC haciendo presencia en el sitio.  Sin embargo, para los testigos el ambiente es de tranquilidad como 'un día normal'.

'Aquí todo va bien, es un día normal solo que estamos más custodiados pero por lo demás a nadie de los que han llegado aquí les preocupa eso', dijo Marcos Torres, vendedor de helados y añadió que 'no hay congestión, sin embargo, la gente que tenía citas en el cuarto piso si se ha quejado porque se retraza la atención y algunos dicen que los devuelven, a mi no me parece justo que a un tipo de esos le den semejante atención, va uno muriéndose y ahí si no lo atienden, la gente esta cansada de lo mismo, las FARC no generan confianza y menos un tipo como este que sigue cometiendo sus fechorías'.

Aunque hasta el momento el hospital El Tunal no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el estado de salud de Santrinch. se conoció que está siendo tratado desde el jueves con medicamentos que le están revitalizando, como también le hacen un seguimiento para ver si tiene algunas afectaciones más en su salud.