El Instituto Nacional de Medicina Legal reveló que en lo corrido del 2017 se registraron 11.347 homicidios, 329 de los cuales fueron provocados al interior de los hogares.
El instituto confirmó que 144 mujeres fueron víctimas de estos hechos, siendo las edades de entre 31 y 68 años las que más se ubican en esta cifra. El 62% de los casos ocurrieron al interior de las casas de residencia y el restante en vía pública.
Aseguró el organismo forense que la mitad de los homicidios cometidos hacía el cónyuge fueron ejecutados con arma cortopunzante, en segundo lugar se encuentran las armas de fuego, seguido de la estrangulación.
De los homicidios generados al interior de los hogares, 35 fueron filicidios, es decir, muerte violenta de un padre contra su hijo, de esa cantidad 13 fueron cometidos por padrastros, 11 madres, 10 por padres biológicos y 1 por su madrastra.
De acuerdo con el informe, la edad promedio de las víctimas de los filicidios está entre los 10 y los 76 años, teniendo diferencias significativas, según el género, de 5 a 64 años eran mujeres y de 14 a 17 años eran hombres.
El informe de Medicina Legal señala que para cometer el filicidio, la madre utiliza principalmente la asfixia mecánica y el envenenamiento; mientras el padrastro, elementos cortopunzantes y armas de fuego. En el caso de los padres biológicos, se usan las armas cortantes.
En relación al parricidio, la muerte violenta que da un hijo a su padre se confirmó que durante el 2017 se registraron 14 casos, de los cuáles 12 relacionaban al padre y 2 a la madre. Los hombres víctimas de estos hechos oscilaban entre los 60 y 83 años, mientras que las madres eran de 75 años.
Estas conductas fueron cometidas con armas cortopunzantes, seguido de elementos contundentes. Estos hechos se presentaron en los lugares de residencia.
Por otro lado, Medicina Legal señaló que las discordias entre hermanos que terminan en muertes (fratricidios) se registraron 21 casos, de los cuales solo uno fue de una mujer.
En este caso, el informe muestra que estos hechos son cometidos en zona rural y urbana y fueron ejecutados con armas cortopunzantes, seguidos de las armas de fuego.