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El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Alberto Brunori, advirtió a las autoridades colombianas que la impunidad en la creciente ola violenta de asesinatos de líderes sociales en el país, hace, de alguna manera, 'que la violencia encuentre justificación'.

El directivo del ente multilateral explicó al respecto que 'ante la ausencia de sanción oficial el reproche social se reduce'.

En el boletín, Brunori señala que la propagación de ataques en contra de personas que ejercen la defensa de Derechos Humanos, es un síntoma grave del estado de cosas en Colombia.

'Los recientes asesinatos de líderes y defensores de Derechos Humanos en el país demuestran intolerancia, provocan miedo, limitan o anulan las libertades de pensamiento y de expresión, y, lo que es peor, exhibe cómo la violencia se impone, en muchos lugares, como un medio de control social', se lee en el documento.

Según la Defensoría del Pueblo, desde 2016, año de la firma del Acuerdo de Paz, hasta junio pasado se habían perpetrado 311 crímenes contra líderes sociales. 

Este año van 73 casos y después de las elecciones presidenciales 24.