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El jefe del equipo negociador del Gobierno con el ELN, Gustavo Bell, a su regreso al país tras la finalización del sexto ciclo de conversaciones con esta guerrilla, y luego de no lograr pactar el cese al fuego bilateral, tal como se esperaba, manifestó que  los puntos sobre los que no se pudo llegar a un acuerdo están relacionados los conceptos de hostilidades, medias de seguridad y términos de verificación.

'La recomendaciones de la Conferencia Episcopal y de la ONU básicamente señalaban que era preciso desarrollar el protocolo de las medidas de seguridad del ELN. Ese protocolo quedó enunciado y debió haberse desarrollado para poder verificarse en el terreno. No hemos podido avanzar en desarrollar ese  protocolo, pero definitivamente debemos seguir avanzando si queremos que el mecanismo pueda realizar su tarea de verificar el cese al fuego en el terreno', expresó Bell.

De acuerdo al jefe del equipo negociador, también quedó planteado que era necesario adelantar otros dos protocolos: uno de la ubicación y movilidad del ELN; y otro que resolviera los incidentes que se presentaran en el terreno. 'Esos protocolos están planteados, pero no se han podido desarrollar porque todavía subsisten algunas diferencias y el ELN no acepta que esos protocolos formen parte del acuerdo. Eso es algo que se discutió y es evidente que es necesario para que las Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal puedan desarrollar con efectividad, el mecanismo de participación, sin el cual quedar sujetos al solo compromisos de las partes es bastante difícil'.

Bell agregó que entre las razones que no ayudaron al clima de las negociaciones estuvo que el ELN no hiciera caso al clamor de las comunidades de suspender las hostilidades, cuando se finalizó el primer cese al fuego que se había pactado. También mencionó que otro factor de gran influencia, y que generó desconfianza en la mesa, fue el retiro de Ecuador como país garante de las conversaciones. Así mismo, dijo que el clima político de la campaña presidencial no fue favorable para las negociaciones.

'Durante ese tiempo ocurrió la polémica que se desató en el país alrededor de la implementación de los acuerdos con las FARC y la detención de Jesús Santrich, eso generó un ambiente un poco adverso para la negociación en más de una ocasión. El jefe de la delegación del ELN, Pablo Beltrán, se refirió a que ellos se veían reflejados en el espejo de la negociación con las FARC y más de una ocasión dijo públicamente que seguir avanzando en la negociación en esos términos podría terminar para ellos en una especie de suicidio', agregó Bell en relación a las razones que afectaron las negociaciones.

Gustavo Bell añadió que por ahora, la delegación del ELN, tiene la autorización de permanecer en La Habana con todas las garantías jurídicas y de seguridad, mientras el presidente electo Iván Duque toma una decisión al respecto, quien ya designó un equipo de empalme, que será encabezado por Manuel Ceballos.

El jefe del equipo negociador sostuvo que esperan que el Gobierno entrante pueda continuar con las negociaciones de paz con esta guerrilla.