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Tras un mes desaparecidas, las colombianas Elizabeth Rodríguez Rubio, de 48 años, y su nieta, Angie Carolina, de 12, fueron halladas muertas en un parque del estado de Virginia en EEUU.

El homicida, un expolicía cubano que llegó a Miami en balsa, confesó el doble crimen y reveló el lugar donde estaban los cuerpos.

Se trata de Hareton Jaime Rodríguez Sariol, quien había conocido a la víctima en una iglesia, y que tras su desaparición y la de su nieta, fue arrestado como el principal sospechoso pero advirtió que no diría la ubicación de los cuerpos hasta que llegará a un acuerdo con las autoridades para evitar la pena de muerte.

De acuerdo al informe que publicó The News Virginia, los cuerpos de Angie Carolina y de su abuela Elizabeth Rodríguez fueron encontrados en el Parque Nacional Shenandoah, cerca del condado de Shenandoah, al oeste de Virginia.

El caso

Elizabeth y Angie, desaparecidas desde el pasado 5 de agosto, fueron vistas por última vez en Dukes Plaza, en Harrisonburg. Rodríguez Sariol las llevaba a su casa en Maryland, pero nunca llegaron. La Policía había emitido una alerta el 7 de agosto por la desaparición de la menor y de su abuela.

El vehículo en el que Rodríguez Sariol transportaba a ambas mujeres, un Honda Civic rojo, fue encontrado en llamas en la carretera Interestatal 66. Luego el sospechoso condujo un camión Volvo del año 2000, entre el 6 y 7 de agosto, por diferentes puntos del país. Finalmente fue detenido en Lackawanna, Pennsylvania, informó el Nuevo Herald.

'El capitán estaba locamente enamorado de esa mujer y estaba obsesionado con ella', dijo una fuente cercana al ex policía cubano.

El presunto asesino se enfrentará el próximo 17 de septiembre a un gran jurado en el condado Rockingham. Por cada crimen podría ser condenado a 20 años de cárcel o a cadena perpetua.

El homicida

El excapitán de la policía cubana Hareton Jaime Rodríguez Sariol llegó a Estados Unidos en abril de 2016 a bordo de una balsa con otros 25 emigrantes, en momentos en que todavía estaba vigente la política de pies secos/pies mojados, que concedía refugio a todos los cubanos al pisar territorio estadounidense.

El ‘capitán’, como lo llaman sus conocidos por el rango que ocupaba en la Dirección Nacional de Tránsito en Cuba, dijo a medios locales tras su llegada a Estados Unidos que no había reprimido a disidentes, ni participado en actos de repudio contra la oposición de la isla.

El grupo de balseros había salido desde la playa de Guanabo, al este de La Habana, en una travesía por mar que duró más de 30 horas. Una vez en Estados Unidos, Rodríguez Sariol recibió ayuda del gobierno y se radicó en Virginia.