Ante el despacho de la juez 17 de Garantías, el médico David Leonardo Sánchez García compareció en la tarde de este jueves por la investigación que busca esclarecer las causas de la muerte del periodista Mauricio Orjuela, ocurrida el 18 de agosto por una serie de presuntas negligencias médicas como consecuencia de una cirugía de apendicitis.
Sánchez García es un médico cucuteño, graduado de la Fundación Universitaria San Martín, y para la Fiscalía es el presunto responsable de homicidio culposo, toda vez que él estuvo a cargo de Orjuela tanto en la hospital de Engativá (adscrito a la Subred Norte de la Secretaría de Salud de Bogotá), como en la Clínica Calle 100 SAS, adscrita a la EPS Medimás.
'Usted le dio de alta al paciente y omitió dejarlo en observación estricta. El profesional no obró con los cuidados rigurosos hacia el paciente. Usted tomó la decisión de no operarle a pesar de sus síntomas y ordenó otros tratamientos. Eso complicó su condición', señaló ante el despacho la fiscal Fabiola Obando.
Sin embargo, al ser consultado por la juez, el galeno se declaró inocente y no aceptó el cargo que le imputó el ente acusador. De acuerdo con el Código Penal, esta conducta da una pena de hasta nueve años de prisión. De ser hallado culpable sería una condena histórica, por tratarse de un caso que pone de manifiesto una negligencia médica, como lo expuso la Fiscalía.
En su relato, la delegada del búnker expuso que para sustentar la imputación cuenta con la necropsia médica, las historias clínicas completas suscritas en el hospital de Engativá y las clínicas Shiao y Calle 100, exámenes de laboratorio, pruebas de rayos X y tomografías que le practicaron a Mauricio Orjuela.
La fiscal hizo un relato completo desde el 10 de julio de este año, cuando el periodista ingresó al servicio de urgencias de la Unidad de Servicios de Salud Engativá, donde le dictaminaron un triage nivel 2 por cuenta de un dolor abdominal.
Por cuenta de esa molestia se le ordenó una valoración por interconsulta, que se cumplió al día siguiente, es decir, para el 11. En dicha cita se determinó que debía someterse a una cirugía que se conoce como laparoscopia exploratoria.
Tras la intervención quirúrgica su evolución fue favorable durante los tres primeros días, pero el 15 de julio, Orjuela se agravó y la sospecha era una obstrucción abdominal, por lo que le fueron recetados algunos medicamentos, se le ordenaron unos exámenes y se le entregaron las recomendaciones de rigor.
Para el 22 de julio, el periodista fue valorado por el médico Sánchez García, quien tomó la decisión de suspenderle los medicamentos que le fueron recetados días atrás y le dio de alta.
En la descripción que hizo la delegada de la Fiscalía, narró que el paciente siguió al pie de la letra las recomendaciones entregadas por el cuerpo médico, pero que el 7 de agosto 'su condición de salud evidenció un cuadro de fiebre superior a los 38 grados centígrados, dolor abdominal constante, deposiciones con sangre, taquicardia y una hemorragia del tacto rectal'.
Ante este nuevo cuadro fue llevado por sus familiares a la Clínica Shaio, donde le practicaron unos nuevos exámenes, más tratamientos y se dictaminó una observación estricta. Sin embargo, al no existir un convenio entre la EPS Medimás y la clínica, el costo de la atención ascendía a 80 millones de pesos, de los cuales los familiares debían entregar 10 millones de pesos a manera de cuota inicial.
Al no contar con los recursos, la EPS autorizó el traslado de Orjuela a la Clínica Calle 100 SAS operada por Medimás. Allí queda en manos del cirujano Sánchez García, quien lo atendió en el hospital de Engativá.
Pero, a pesar de que ya tenía conocimiento de la condición del paciente, el 9 de agosto el galeno firma la salida del centro asistencial, pese a la sospecha de la obstrucción intestinal dictaminada en la Shaio.
Los días posteriores la condición de Orjuela se fue deteriorando y el 13 de agosto tuvo un nuevo reingreso por urgencias a la clínica Calle 100. A las condiciones médicas antes descritas se le sumó la descompensación.
El profesional, dice la Fiscalía en su relato, fue valorado nuevamente por cirugía general y por el servicio de gastroenterología. El 15 de agosto, Orjuela ya tenía una deficiente frecuencia respiratoria, por lo que Sánchez García programó una cirugía y hospitalización en la Unidad de Cuidados Intensivos.
A su crítica condición se le sumó una perforación intestinal que le detectaron en los exámenes previos a su entrada a quirófano. Orjuela tenía las horas contadas, pero alcanzó a ingresar a salas de cirugías en la noche del 17 de agosto bajo un pronóstico reservado.
A la madrugada del 18 de ese mes, Orjuela falleció a consecuencia, advierte la Fiscalía ante el estrado, 'de un actuar negligente'. Su muerte 'pudo haber sido evitada de haber procedido de una forma oportuna. Las omisiones, como la orden de salida con condiciones regulares, tal y como lo aconseja la literatura médica, fue la generadora de la muerte'.
Ahora la Fiscalía tendrá que radicar la acusación formal en contra del médico, para lo cual tiene 120 días de plazo.