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De los $1.100 billones que contempla en total el Plan Nacional de Desarrollo, el 72% son los considerados regionalizables, es decir $786,6. Y en medio de esta cifra, la región Caribe recibirá $172 billones y el departamento costeño que más recibirá, Atlántico, obtendrá $32 billones.

La regionalización se determinó, de acuerdo con el documento base del Plan, de 1.326 páginas, a partir de los posibles recursos que pueden ser erogados en las regiones por parte del Gobierno Nacional, las entidades descentralizadas y el sector público; el comportamiento histórico de la ejecución de los recursos de inversión en los diferentes departamentos; y el ejercicio de priorización realizado por las regiones en las mesas de trabajo y audiencias públicas del Plan Plurianual de Inversiones en cada uno de los departamentos.

Por regiones, Amazonas contará con $32 billones; la región del Eje Cafetero y Antioquia obtiene $130 billones; la Seaflower Región (San Andrés y Providencia) registra $3,3 billones; para la región de la Orinoquía se estima destinar $57 billones; la región Pacífico estima recursos por $115 billones; la región Central cuenta con $219 billones y los Santanderes obtienen $55 billones.

En la región Caribe, por departamentos, Atlántico recibe $32,4 billones; Bolívar $31,5; Cesar $21,6; Córdoba $27,9; La Guajira $20,3; Magdalena $21,7 y Sucre $17,0 billones.

Los departamentos más importantes del país quedan así: Antioquia obtiene $94,5 billones; Valle del Cauca $49,3; Bogotá $118,4; Cundinamarca $37,1 y Santander $34,0 billones.

En el Pacto por la Descentralización, el de la región Caribe se denomina ‘Una transformación para la igualdad de oportunidades y la equidad’, y para ella se plantea en el proyecto, de 183 artículos y 106 páginas, 'un enfoque agroindustrial y de turismo alternativo como apuesta central para potenciar el desarrollo productivo'.

Ello, atendiendo retos de manera prioritaria como 'las deficiencias en conectividad entre los siete departamentos; la baja calidad y cobertura en servicios públicos; la persistencia de zonas con alta pobreza; y las desigualdades territoriales en desarrollo productivo, de acuerdo con las vocaciones particulares de las subregiones del Caribe'.

En el diagnóstico se lee además que el Caribe, en términos de ingresos, el PIB per cápita 2017 de la región es $12 millones, cifra inferior al indicador nacional de $17 millones. Y en ese mismo año el promedio simple de la pobreza monetaria de los siete departamentos de la región fue del 41,7 %, lo que significa una brecha de 15 p.p. respecto al indicador nacional (26,9 %); tan solo Atlántico tiene indicador inferior al nacional con su registro del 24,3%.

Por ello, el Plan establece como objetivos de desarrollo regional para el Caribe: conectar la región mediante implementación y adecuación de vías y una red intermodal de manera sostenible; garantizar acceso y calidad de los servicios públicos de primera necesidad que respondan a las particularidades geográficas y protegiendo los ecosistemas; promover la inclusión social y la equidad de la región.; y desarrollar el potencial productivo agropecuario, cultural y turístico de la región en conjunto con la investigación en ciencia y tecnología y el desarrollo ambiental sostenible.

Al respecto, el representante a la Cámara de Cambio Radical por el Atlántico, César Lorduy, le dijo a EL HERALDO que la Bancada Caribe espera 'que ese 47% que se anuncia como reducción de brechas sociales se vea reflejado fundamentalmente en la región, en la cual las brechas son mayores que las que se tiene como propósito reducir, pero sería un gran avance. De la misma manera, esperamos que la mayoría de iniciativas anunciadas por la Federación de Departamentos y los proyectos priorizados por los propios departamentos sean tenidos en cuenta'.