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Sebastian Murillo Londoño se hacía pasar por una enviada del más allá para engañar a sus clientes y cobrarles millonarias sumas de dinero, por 'trabajos' como devolverles a sus parejas, o hablar con sus familiares muertos, entre otras actividades espiritistas.

Al ser contactado por personas que buscaban servicios de hechicería, el implicado se hacía pasar como una poderosa bruja que residía en Santa Marta, como una manera de mostrarse lejano al lugar en el que previamente las víctimas decían residir, en Santa Rosa de Cabal, Risaralda.

Hasta este municipio llegaron los agentes del CTI y del Gaula que lo capturaron, como presunto responsable del delito de extorsión.

La investigación se originó en la denuncia interpuesta por un hombre, residente en Villavicencio (Meta), quien señaló como a través de internet buscó los servicios de este espiritista para lograr que, con poderes sobrenaturales, le ayudara a regresar con su pareja sentimental y así reanudar su relación.

En su búsqueda la víctima encontró una página web donde se promocionaban los servicios de magia negra de esta 'bruja'.

Sin dudarlo, la víctima contactó a la persona a quien le confiaría su relación sentimental.

La residencia de la hechicera era supuestamente Santa Marta, esto hizo que el desesperado amante desistiera inicialmente de sus servicios, pues su lugar de residencia estaba en los llanos orientales.

La alternativa propuesta por para continuar con el 'tratamiento' era realizarlo por medio de mensajería instantánea. Entonces, 500 mil pesos fue la suma acordada para iniciar el trabajo, que continuó con el envío de videos y fotografías íntimas suyas y de su expareja.

La presión hizo que la víctima realizara una segunda consignación para la compra de materiales y quedar liberado.

A pesar de los pagos puntuales el denunciante nunca vio cambios, y empezó a dudar de la efectividad de los conjuros y mucho más de la posibilidad de que su pareja regresara.

El disgusto no se hizo esperar, por lo que increpó a la hechicera, quien le exigió más dinero sin pena de hacer públicos en redes sociales sus fotos íntimas.

La presión hizo que la víctima cancelara alrededor de 1´200.000 pesos.

Una vez conocidos los hechos, agentes del Gaula se desplazaron hasta el municipio de Santa Rosa de Cabal (Risaralda) donde capturaron en flagrancia a Fabián Alberto Ramírez Mejía cuando realizaba el cobro del dinero. Fabián era apenas un mensajero instrumentalizado por Murillo.