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La Farc denunció este martes el asesinato de otros dos exguerrilleros y lanzó un llamamiento a detener el 'desangre' de su movimiento.

Según el partido, ya son 135 los rebeldes que depusieron sus armas y fueron asesinados desde la firma de la paz en noviembre de 2016.

'Los dos nuevos crímenes contra militantes de nuestro partido se suman a la larga lista de impunidad e incumplimientos estatales a la palabra comprometida en el Acuerdo Final', dijo su presidente, Rodrigo Londoño, ‘Timochenko’, en un comunicado público.

Anderson Pérez Osorio y Daniel Esterilla 'fueron baleados por sicarios' en sendos ataques ocurridos el lunes en los departamentos de Cauca y Nariño, en el suroeste del país.

Las zonas están bajo el acoso de disidencias de la otrora guerrilla, rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y grupos armados del narcotráfico que se disputan narcocultivos y rutas para el tráfico de cocaína.

Hasta abril la estatal Agencia para la Reincorporación y la Normalización - encargada del proceso de reinserción de los guerrilleros que suscribieron el pacto de paz - manejaba una cifra de 128 excombatientes asesinados.

Según la fiscalía, los ataques involucran a disidencias de la guerrilla, grupos armados implicados en el narcotráfico, el ELN y la fuerza pública.

Londoño, conocido también como Timochenko, convocó a los dirigentes de la FARC a 'una reunión de emergencia' el viernes próximo para concertar una respuesta 'a esta provocadora estrategia de los enemigos de la paz'.

Pidió asimismo a la comunidad internacional que le pida al presidente Iván Duque medidas 'inmediatas y efectivas' que pongan 'fin definitivo a este desangre'.

La Farc ha denunciado con insistencia la falta de garantías de seguridad para sus integrantes tras la firma del pacto que condujo al desarme de unos 7.000 combatientes bajo la supervisión de la ONU.

Además de los ataques a exguerrilleros, Colombia enfrenta una campaña de asesinatos selectivos de líderes comunitarios y/o activistas de derechos humanos.

Desde el 1 de enero de 2016 han sido asesinados 462 activistas, según cifras de la Defensoría del Pueblo (ombudsman) con corte al 28 de febrero de este año.