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La noche del viernes 18 de agosto en que Galán fue acribillado en la plaza de Soacha, el fotógrafo cartagenero Gustavo Torres Arrieta se disponía a culminar su jornada laboral como reportero gráfico en la oficina de la agencia de noticias Colprensa, en Bogotá, adonde llegó después de laborar en EL HERALDO.

Antes de partir, un compañero le avisó que le habían disparado a Galán. Solo quedaban él y el periodista de turno.

Le dieron la orden de que se fuera a Soacha, que cogiera el carro y se trasladara.

'Cuando pasé por el palacio presidencial, iban saliendo los carros de los escoltas del Presidente y una ambulancia. Iba un costeño con medio cuerpo afuera del vehículo y me hizo seña de que lo siguiera. Los seguí y en el camino se estrellaban motos por la velocidad; carro que estaba por el medio se lo llevaban, eso fue un desastre', recuerda.