Las Fuerzas Militares anunciaron este lunes que ascendió a 14 el número de disidentes de las Farc que fallecieron en un bombardeo realizado el pasado jueves en el sur del país.
El ministro de Defensa, Guillermo Botero, estimó inicialmente en nueve la cantidad de muertos, en un tuit publicado el viernes.
'Son 14 los delincuentes muertos en desarrollo de las operaciones militares en Caquetá, contra las disidencias del Gao-r (Grupo armado organizado residual), donde murió el cabecilla 'Gildardo Cucho'', indicó a medios el coronel Fernando Ávila.
La muerte de los guerrilleros que se marginaron del pacto de paz, producto de un bombardeo en el municipio de San Vicente del Caguán, fue anunciada el viernes por el presidente Iván Duque. Esto sucedió un día después de que el gobierno ordenó una ofensiva contra el levantamiento armado de un grupo de excomandantes de las Farc.
Duque anunció el golpe militar como un 'mensaje clarito' a los líderes de la antigua guerrilla que dieron a conocer en un video su regreso a las armas, alegando 'la traición' de los acuerdos de paz suscritos en 2016 que condujeron al desarme del grueso de las Farc y su ingreso a la política como partido.
Entre los nuevos levantados en armas se encuentran Iván Márquez, antiguo número dos de las Farc, su brazo derecho, Jesús Santrich -ambos negociadores de los acuerdos de paz- y Hernan Dario Velasquez, exjefe de la principal fuerza élite de la disuelta guerrilla marxista.
Márquez anticipó que buscará 'coordinar esfuerzos' con aquellos 'compañeros y compañeras que no han plegado sus banderas', así como con el ELN, última guerrilla activa en Colombia.
Los tres hombres, sobre quienes pesan decenas de órdenes de captura, son prófugos de la justicia.
Duque desconoce el carácter de 'nueva guerrilla' de los levantados en armas y ordenó una ofensiva militar en su contra.
Aunque el grueso de las Farc se desmovilizó - unos 7.000 mujeres y hombres -, quedaron activas disidencias en proceso de expansión.
Según la inteligencia militar, los disidentes de las Farc no cuentan con una estructura de mando centralizada y sumarían unos 2.300 integrantes en todo el país, dedicados en su mayoría al narcotráfico y la minería ilegal.
Aunque aliviada por el desarme de las insurgencia marxista, Colombia vive un conflicto armado que durante más de medio siglo ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, narcos y agentes estatales, con un saldo de más de ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados.