El partido Farc pidió este lunes a sus antiguas tropas guerrilleras no retomar las armas, luego de que excomandantes se apartaron del pacto de paz que puso fin a más de medio siglo de conflicto armado en Colombia.
El presidente del partido surgido de los acuerdos de paz, Rodrigo Londoño, invitó a 'los que puedan sentirse tentados por los cantos de sirena de los desertores de la paz' a que 'piensen, mediten, analicen muy bien la realidad antes de decidirse a seguir semejante equivocación'.
En una circular dirigida a los militantes de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) Londoño, conocido durante la conflagración como Timochenko, dijo que el 'partido condena y se aparta de la retoma de las armas'.
En un video publicado el jueves pasado en redes sociales, 20 rebeldes, liderados por el exnúmero dos de la guerrilla, Iván Márquez, anunciaron su retorno a la lucha armada, alegando 'la traición' de los acuerdos firmados en noviembre de 2016 que condujeron al desarme del grueso de las Farc.
'Sabemos que los que se llaman hoy jefes no van a hacer la guerra, que se quedarán del otro lado de la frontera (en Venezuela)', agregó Londoño en la misiva en donde indicó que 'hoy por hoy, el alzamiento armado carece de futuro'.
Entre los insurgentes que aparecen en las imágenes publicadas el jueves, armados y con carteles de las Farc a sus espaldas, se encuentran también Jesús Santrich y Hernán Darío Velásquez (El Paisa), todos requeridos por la justicia colombiana por incumplimientos de lo pactado.
El presidente Iván Duque desconoce el carácter de 'nueva guerrilla' de los levantados en armas y ordenó una ofensiva contra lo que llamó 'una banda de narcoterroristas que cuenta con el albergue y el apoyo de la dictadura de Nicolás Maduro' en Venezuela.
El pacto de paz entre la otrora poderosa guerrilla comunista y la administración del expresidente Juan Manuel Santos produjo el desarme de unos 7.000 combatientes.
El grueso de los excombatientes se mantiene en la legalidad, pero, según inteligencia militar, las disidencias de las Farc, que hasta ahora no tienen una unidad de mando, cuentan con 2.300 hombres y mujeres y se dedican principalmente al narcotráfico y la minería ilegal.
El partido Farc ha denunciado con insistencia la falta de garantías de seguridad para sus integrantes, debido al asesinato de más de un centenar de excombatientes desde la firma de los acuerdos de paz.