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La Corte Suprema de Justicia rechazó las pretensiones de una joven de 28 años que quería cobrar el seguro de vida de su nonagenario esposo muerto, señalando que los matrimonios ficticios pueden ser anulados en la figura jurídica de matrimonio simulado, que son los que no se contraen para llevar una vida juntos sino con un interpes distinto.

La joven interpuso una tutela, luego de haberse casado en 2006 con un hombre de 95 años en Cali, y tras la muerte de este en 2009, la esposa reclamaba un millonario seguro de vida de renta vitalicia que había dejado el anciano, quien no tenía descendientes ni otros beneficiarios.