El proyecto de ley para reglamentar el cultivo, la comercialización y el uso de la marihuana recreativa para adultos radicado la semana pasada en la Secretaría del Senado, promete brindar uno de los debates más interesantes de esta legislatura en el Congreso de la República.
La iniciativa, de 39 páginas y 52 artículos, de la autoría del senador Gustavo Bolívar (de los Decentes) tiene el apoyo de la oposición y de algunos parlamentarios independientes y de la disidencia oficialista, pero el rechazo de los gobiernistas, conservadores y cristianos.
El articulado llega al Capitolio, además, cuando casi termina el trámite del proyecto que prohíbe el porte y consumo de drogas en parques y en cercanías a colegios y universidades, y en medio de eslóganes de campañas políticas a las regionales que tienen entre sus caballitos de batalla la expulsión también de las sustancias ilícitas de los parques, pese al reciente fallo de la Corte Constitucional que salió en la defensa del libre desarrollo de la personalidad en estos casos.
Adultos accederían al cannabis
Lo primero que establece el proyecto es que los Ministerio de Justicia, Salud, Agricultura y Educación serían los llamados a 'reglamentar de manera articulada lo concerniente a la importación, exportación, plantación, cultivo, fabricación, producción, adquisición a cualquier título, almacenamiento, transporte, comercialización, transformación, distribución y uso de las semillas de la planta de cannabis, del cannabis y de sus derivados, así como los productos que los contengan para uso adulto'.
Así mismo, será la cartera de salud la que reglamentará los mecanismos a través de los cuales las personas mayores de edad podrían acceder al cannabis 'de forma segura, informada y por fuera de los riesgos de seguridad y salud pública que representa el vínculo con el mercado ilegal de esta sustancia'.
Eso sí, se advierte que los menores no podrán acceder ni consumir cannabis, salvo el cannabis medicinal y que queda prohibido estar bajo los efectos del THC –constituyente psicoactivo del cannabis- para conducir cualquier vehículo o manejar equipo o maquinaria peligrosa.
Se podría sembrar, vender y comprar
El Artículo 11 de la norma, sobre el autocultivo, dispone que 'está permitido, sin requerir una licencia, el cultivo en propiedad privada de plantas de cannabis en número no superior a 20 unidades, de las que pueden extraerse estupefacientes, para uso personal o colectivo, siempre y cuando no tengan fines de comercialización o lucro'.
En cuanto a los dispensarios de cannabis se propone que por medio de una licencia otorgada por el Estado haya establecimientos autorizados para sembrar, cultivar, cosechar, almacenar y transformar y comercializar la marihuana.
Pero los empaques y etiquetas no podrán ser dirigidos a menores o ser atractivos, 'sugerir que usar cannabis contribuye al éxito en cualquier área de la vida; contener publicidad falsa o engañosa recurriendo a expresiones tales que disminuyan la percepción del riesgo como ‘suaves’, ‘saludable’, ‘relajante’'.
Y no habrá promociones ni publicidad ni patrocinios de la marihuana en ningún medio de comunicación, ni plataformas virtuales, ni en el espacio público o en eventos.
Habría impuesto al consumo
Se fijaría un impuesto al uso del cannabis y el 50% de estos recursos tendría una destinación específica a prevención del consumo de sustancias psicoactivas; el 25% iría a la sustitución de cultivos y el desarrollo sostenible. Mientras que el 25% restante se destinaría al funcionamiento del Instituto de Regulación del Cannabis, Icoreca, que se crearía con la ley.
El Icoreca –cuya junta directiva estaría integrada por varios ministerios, un representante de las comunidades indígenas, otro de las asociaciones de consumidores y varios entes estatales más-, a su vez, tendría como misión asegurar la correcta aplicación de la política nacional de regulación en materia de cannabis, regular las actividades de cultivo, comercialización y uso, y promover acciones tendientes a reducir los riesgos y los daños asociados al uso problemático de cannabis.
Y tendría además las facultades de otorgar las licencias, controlar el cultivo, determinar las sanciones pertinentes por infracciones a las normas regulatorias y desarrollar estrategias dirigidas fortalecer a la prevención del consumo de cannabis en menores, entre otras.
La discusión que se anticipa
Con poco menos de una semana de conocerse por encima el proyecto de la marihuana recreativa para uso adulto, las redes no han parado de opinar a favor o en contra de la propuesta.
El líder político del Centro Democrático Rafael Nieto Loaiza, opinó al respecto: 'Pésima idea legalizar el consumo ‘recreativo’ de marihuana. Marihuana es la puerta de entrada a drogas más fuertes y está probado que puede disparar trastornos mentales. En Colombia, además, vinculada a la violencia. El cannabis medicinal es cosa distinta'.
En cambio, el exsenador liberal Juan Manuel Galán consideró en este sentido: '#MarihuanaRecreativa o uso adulto. Es hora de regular todas las drogas para ponerle fin a la guerra contra las drogas, para que la calidad, el precio, la seguridad y el acceso no lo definan criminales sino el Estado'.
Pero el parlamentario uribista Gabriel Velasco trajo a colación el asunto de la familia: 'No entiendo por qué queremos seguir promoviendo una sustancia que genera un problema de salud pública. Las drogas no liberan, generan esclavitud y tenemos que seguir trabajando para proteger a nuestra familia, jóvenes y niños'.
A su turno, el periodista Juan Pablo Calvás puso de presente que la norma puede golpear a los narcotraficantes: 'Digo sí a la #MarihuanaRecreativa como una estrategia para combatir el narcotráfico. Solo con legalización se logra golpear al círculo de la ilegalidad que sólo enriquece a los narcos y deja muerte y violencia al país'.
El concejal de Bogotá Emel Rojas ( partido cristiano Colombia Justa Libres) le dijo no a la propuesta: 'Desde @ColJustaLibres decimos no a la #MarihuanaRecreativa, nos levantamos en contra de este proyecto que quiere atentar contra la integridad familiar. Decimos no a la destrucción de la juventud, le decimos no al senador @GustavoBolivar'.
Y el politólogo Daniel Quiroga le da un sí a la iniciativa, pero puso en duda que tenga futuro en el Parlamento: 'Yo digo sí al proyecto de la #MarihuanaRecreativa porque no podemos seguir dándole la espalda a un debate mundial. La mejor forma de combatir un problema no es prohibir, es controlar y regular. Dudo que pase del primer debate (somos un país godo) pero demos un primer paso'.