Una nueva prueba, que en realidad fue el primer reporte forense sobre el cadáver del joven guajiro Luis Andrés Colmenares, pero que no fue llevada a juicio por la Fiscalía, revelaría que a la víctima le propinaron un golpe en la cabeza con el fondo de una botella el 31 de octubre de 2010. La evidencia sería importante para la parte acusadora porque fue el primer informe que entregó el perito Rubén Darío Angulo, a partir del cual se ordenó la exhumación que hizo el exdirector de Medicina Legal, Máximo Duque. Y la importancia de la prueba radica en que, a pesar de que Duque concluye lo mismo: que hay un golpe en el cráneo de la víctima con el fondo de una botella, la defensa de los acusados sembró las dudas por aparentes descuidos que supuestamente habría tenido Duque al momento de la exhumación y que, según la defensa, habrían llevado a que fuera este quien en la exhumación causara las fracturas en el cráneo. Sin embargo, esta evidencia, previa a la diligencia de Duque, trae el mismo reporte: golpe en la cabeza con el fondo de una botella. La prueba la dio a conocer el programa televisivo '4 Caminos', del 'Canal RCN', y en ella se lee el informe de Angulo: 'Hay una herida en la región supraciliar derecha. Es una fractura en esta región que tiene una forma muy característica, es una forma ovalada de la herida. Las heridas se producen de conformidad con el elemento que hace la herida. (...) Esta herida ovalada corresponde a un elemento ovalado. En este caso, podríamos decir que se asemeja al borde posterior de una botella'. Para el perito, que revisó el álbum fotográfico del levantamiento del cadáver, el álbum fotográfico de la necropsia y el informe de necropsia, es altamente improbable que en un eventual golpe contra el caño del parque El Virrey, lugar de los hechos, Colmenares se hubiera producido esa herida en el cráneo: 'Es muy nítido, muy específica, de bordes muy regulares y en el caño hay un material rugoso que iría a producir, de pronto, la fractura, pero en otras características'. Este reporte respalda la versión que han tenido las víctimas y el ente de investigación penal sobre el caso: el estudiante villanuevero fue golpeado por una o varias personas, perdió el conocimiento y murió ahogado en el caño de El Virrey. Pero en las decisiones de primera instancia que han favorecido hasta ahora a Laura Moreno, Jessy Quintero y Carlos Cárdenas -exnovio de Moreno-, los jueces han fallado de acuerdo al dicho de la defensa: Colmenares corrió borracho, cayó al caño, se golpeo y murió ahogado. En el programa se da cuenta, además, de que Moreno habría estado días después de los hechos, al menos durante tres oportunidades, en El Virrey. Y se sabe por aparentes reportes de llamadas desde el celular de Moreno los días 4, 5 y 6 de noviembre. No obstante, en el juicio se centraron en las llamadas de los presuntos implicados durante el 30 y 31 de octubre. 'Hay llamadas de Laura Moreno desde la zona del caño. (…) Ella sabía que mi insistencia era buscar las cámaras', dijo Oneida Escobar, madre de la víctima, al programa televisivo. El proceso, ahora, lleva varios años en segunda instancia en el Tribunal Superior de Bogotá, luego de que el 20 de febrero de 2017 la jueza 11 de conocimiento de Bogotá, Paula Astrid Jiménez, resolviera absolver a Moreno y Quintero de los delitos homicidio en coautoría impropia, encubrimiento de homicidio y falso testimonio. La jueza concluyó en su decisión que 'las lesiones de Luis Andres Colmenares en el rostro son consistentes con una caída de altura y no con golpes propinados por terceros'. 'A este despacho no le quedan dudas de que los golpes de Colmenares obedecen a una caída', concluyó Jimenez y, citando lo expuesto por el perito de la defensa, aseguró que un solo golpe contra el caño le produjo a Colmenares las demás fracturas: 'La energía del golpe se disemina y produce las demás fracturas en el cráneo de Colmenares. El cráneo disipa la energía del golpe llevándola a otras partes del cráneo'. Pero la Fiscalía y la Procuraduría apelaron dicho fallo en informes que en su momento reveló este diario. La exfiscal 60 delegada ante el Tribunal Superior de Bogotá, Sandra Jeanette Castro Ospina, para dejar sin piso los señalamientos de la defensa y de la jueza acerca de que las fracturas del joven guajiro fueron producidas en la exhumación que hizo Duque, pone de presente que la evidencia médica demuestra que estas se le produjeron a Colmenares cuando estaba con vida. Recuerda Castro que la víctima 'presentó 11 señales de violencia en la cara, que pudieron verificarse con las fotografías de la necropsia' y que entonces 'había inflamaciones en el arco supraciliar derecho, en la zona frontal, en el arco superciliar izquierdo, en la nariz y el mentón, lo que indica que ocurrieron mientras Luis Andrés Colmenares estuvo con vida'. A su vez, el procurador tercero delegado para la Investigación y Juzgamiento Penal, Jairo Salgado Quintero, concluye que 'la señora juez desechó de plano los conceptos y las conclusiones aportadas a juicio por el perito Máximo Duque, quien en desmedro de la teoría del caso propuesta por la defensa de las acusadas, ofreció luces sobre los hallazgos evidenciados en el cadáver de Luis Andrés Colmenares, que de acuerdo con la ciencia forense, indicaron que su cabeza fue objeto de múltiples golpes, ocasionados en diversos momentos, y no en un único episodio compatible con una caída de altura'. Y, según Salgado, 'nada más alejado de la realidad' que el dicho de la jueza acerca de que Moreno y Quintero no le mintieron a las autoridades, pues la Procuraduría enumera ocho versiones entregadas por Laura sobre la supuesta caída de Colmenares: 'Ofreció variadas y contradictorias versiones sobre lo ocurrido en torno a la desaparición y muerte de Colmenares'.