La vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, denunció en un encuentro con la Policía que una 'red internacional' está alimentando el 'malestar social' en el país, sacudido por un movimiento de protestas contra el gobierno que comenzó el 21 de noviembre.
En declaraciones difundidas este jueves, en el marco de un acto celebrado la víspera en Bogotá, Ramírez señaló: 'Sabemos que hay un proyecto internacional (...), que hay una red de apoyo internacional para estimular ese malestar social'.
'Tenemos certeza de que hay plataformas que, desde Venezuela, que desde Rusia, han venido moviendo buena parte de todos estos mensajes en las redes sociales', agregó.
Sin embargo, se abstuvo de vincular directamente a ambos países con las protestas en Colombia y no dio más pistas sobre la supuesta campaña de agitación.
En el acto, Ramírez se pronunció contra el pedido de un sector de los manifestantes de disolver el escuadrón policial antidisturbios (Esmad) por presuntos excesos de fuerza.
Aunque en su mayoría han sido pacíficas, las protestas han derivado en algunos choques que dejan cuatro muertos y medio millar de heridos entre civiles y uniformados.
Uno de los manifestantes, un estudiante de 18 años, murió por el disparo de un agente que empleó su escopeta cargada de perdigones de plomo, según la investigación en curso.
'Si no hubiera Esmad, la gente no podría salir a protestar porque simplemente no habría cómo garantizar la vida, ni la seguridad de los colombianos en las calles', defendió la vicepresidenta.
En medio de la agitación social que recorre el continente sin una causa común, los colombianos se volcaron a las calles para rechazar al gobierno de Iván Duque, aunque han ampliado sus críticas ante la falta de oportunidades para los jóvenes, la violencia financiada por el narcotráfico y la desigualdad social.
Las manifestaciones comenzaron con una huelga y han seguido con movilizaciones intermitentes.
En respuesta, el mandatario conservador convocó a un 'diálogo nacional' que no arroja resultados.
En el marco de las protestas que han reunido a cientos de miles de colombianos, la autoridad migratoria deportó a 59 venezolanos acusados de perpetrar 'actos vandálicos'.