No la tiene fácil la excongresista barranquillera Aida Merlano tras haberse dado a la fuga y haber sido recapturada, pues a la condena de 15 años por el escándalo de la 'Casa Blanca' se le podría sumar otro proceso por fuga de presos cuya pena va de cuatro a 10 años de cárcel.
Al respecto, Alexánder Andrade, investigador del Departamento de Derecho Penal del Externado y magíster en derecho penal, le explicó a EL HERALDO que la exparlamentaria conservadora 'básicamente enfrenta en la actualidad una sentencia condenatoria, y deberá cumplir con lo que le queda de esa pena', emitida en septiembre pasado por la Corte Suprema por los delitos de concierto para delinquir agravado, corrupción al sufragante y tenencia ilegal de armas, 'y de otra parte afrontará un proceso penal relacionado con el delito de fuga de presos, que es un delito que oscila entre los cuatro y 10 años de prisión'.
Frente a cómo quedaría tasada entonces la condena en años de Merlano, el penalista señala que 'eso nos ubica en el terreno de la acumulación de penas: ella tiene un proceso culminado y el otro a va a avanzar y una vez quede en firme su condena el juez hace una redosificación en la que toma en cuenta la pena más grave de los delitos en concurso, le hace un aumento a la pena más grave y queda un espacio de valoración importante por parte del juez'.
Acerca del eventual proceso que por los delitos posesión de identidad falsa e ingreso al territorio venezolano de forma ilegal se le abriría en Venezuela a la barranquillera, el docente del Externado que 'como una regla casi transversal en todos los países de la tradición romano germánica existe la territorialidad de la ley penal, es decir que cualquier persona que infrinja la ley penal en un estado determinado está sujeto a las leyes penales de este estado'.
Por ello, agrega, Venezuela podría iniciar un proceso penal 'y sin duda si llegaran a condenarla podría decidirse si purga la condena en Venezuela y si se adelantan los trámites de extradición, vendrá un espacio de discrecionalidad de los estados donde se decide si se extradita o no (...), y si Venezuela dice que no la quiere extraditar, ella debería purgar su condena en Venezuela y al regresar a Colombia llegaría a purgar su otra condena acá. Ahora, también Venezuela podría decidir si la deporta o la extradita. Hay discrecionalidad y política en esa decisión'.
Finalmente, ante un escenario de posible colaboración de Merlano con la justicia colombiana frente a la corruptela electoral de la 'Casa Blanca', Andrade precisa que en el tema de la condena de septiembre pasado 'están los beneficios por colaboración de personas ya condenadas, donde hay unos requisitos y unas condiciones que debe cumplir, (...) y en el proceso por fuga de presos seria exótico pensar que se pudiesen aplicar beneficios, aunque si ella dijera por ejemplo que va a decir quiénes la ayudaron a fugarse, la Fiscalía tendría discrecionalidad'.