Un juzgado de Villavicencio le dio la razón a un uniformado de la Policía que se negaba a cantar el himno y recitar el código de la institución debido a que, argumentó, en ambos se invocaba a Dios y él era ateo.
El policía interpuso una tutela advirtiendo que se le estaban violando los derechos fundamentales al debido proceso y la libertad de conciencia.
Esto luego de que el pasado 11 de octubre en medio de una ceremonia policial se le hicieran anotaciones en su hoja de vida por negarse a cantar el himno y repetir el código de la entidad.
'Las entidades oficiales no podrán imponer a sus funcionarios la asistencia obligatoria a ceremonias religiosas, por nobles que sean sus ideales, lo que de suyo implica la profesión de fe en himnos y juramentos institucionales', se lee en el fallo que, además, ordenó a la Policía retirar las anotaciones contra el uniformado.