Se prevé que la próxima semana el Consejo Superior de la Judicatura le envíe a la Corte Suprema de Justicia 10 nombres preseleccionados por cada vacante de la Sala de Primera Instancia, de la Sala Civil y de la Sala Laboral de Descongestión, para que el máximo tribunal de la justicia ordinaria llene tres de las siete sillas vacías que tiene.
Por ello, desde este miércoles la Sala Administrativa de la Judicatura empezó a entrevistar a los cerca de 70 candidatos que hay, entre los que se encuentran varios juristas costeños.
Entre los más reconocidos, aspirando a ser magistrados de la Sala de Primera Instancia se encuentran el fiscal cartagenero Jaime Zetien; el abogado Ronald Ameth Jaller Serpa, graduado de la Universidad del Atlántico; el monteriano Mauricio Quintero López, director de la Seccional de la Fiscalía en Cesar; el barranquillero Jorge Enrique Sanjuan Gálvez, procurador judicial; y el cartagenero Manuel Yarzagaray Bandera, magistrado del Tribunal Superior de Pereira.
Pero además, también para esta sala propuso su nombre el fiscal delegado ante la Corte, Carlos Castañeda, recordado por ser el fiscal del caso de la exgobernadora de La Guajira, Oneida Pinto.
De la Sala de Primera Instancia saldrá el magistrado Ramiro Alonso Marín.
A la Sala de Casación Civil aspira Yadira Elena Alarcón palacios, conjuez de la Sala Civil de Familia del Tribunal Superior de Barranquilla.
Y para el reemplazo del magistrado Ernesto Forero Vargas, de la Sala Laboral de Descongestión, postularon sus credenciales el abogado monteriano Jairo Díaz Sierra y la también jurista monteriana Ingrid Espinosa Sánchez, jefe de la Oficina de Control Interno del Ministerio de Minas.
La urgencia de la Corte Suprema de Justicia es que el próximo 27 de febrero saldrá el magistrado Ariel Salazar, de la Sala Civil, por cumplimiento de su periodo constitucional de ocho años, con lo que el alto tribunal quedaría sin 'quorum' decisorio, que es de 16: el número de magistrados que hay actualmente.
En medio de esta situación, el magistrado Salazar advirtió en un documento que tras 37 rondas de votaciones en un año para tratar de llenar las vacantes en la Corte 'es mejor dejar una Corte sin 'quorum' que dejarla mal conformada'.
Y advirtió la necesidad de hacer una juiciosa selección de hojas de vida para llenar las sillas vacías de la corporación, a la mayor brevedad posible, 'teniendo en cuenta sus antecedentes académicos y profesionales, sin omitir la consideración de su buen nombre'.
A principios del presente mes de febrero, desde el alto tribunal se plantearon dos propuestas para tratar de pasar la página: la primera es que las votaciones en el pleno de la corporación se hagan públicas para que se sepa quién vota por quién y de esta manera intentar un consenso entre los togados, y la segunda es una reforma al reglamento para bajar el 'quorum' decisorio de 16 a 10 votos.
En todo caso, la Sala Plena de la Corte Suprema se reunirá este jueves e intentará solucionar el lío de sus vacantes.