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Los especialistas al servicio del Dagma, en Cali confirmaron la muerte del león Júpiter, en león de 20 años de edad, que permanecía en delicado estado de salud por causa de un cáncer en el hígado y otras dolencias que resultaron mortales.

El estado de salud del animal había empeorado recientemente por causa de una neumonía oportunista que aprovechó la condición de debilidad en la que se encontraba el felino más querido del país.

El deceso de Júpiter se produjo a eso de las 6:45 de la noche de este miércoles 18 de marzo, en instantes en que recibía atención médica en el hogar de paso que le fue habilitado por el Dagma para atenderlo tras su llegada procedente del parque zoocriadero Los Caimanes, sur de Córdoba donde permaneció durante 11 meses.

Con base en lo informado por las autoridades, la muerte habría obedecido a un cuadro de deficiencia renal, sumado a una neumonía oportunista que le había provocado varias recaídas en su salud.

Los restos del animal permanecen en poder de las autoridades ambientales de Cali a la espera que la Alcaldía de esa localidad disponga un lugar donde serían dispuestos, aunque lo más problema es que el león sea cremado.

Un león nacido en Colombia

Con base en los registros entregados por parte de las autoridades, el león Júpiter tenía 20 años de edad, y había nacido en Cali de una leona que estaba al servicio de un circo que para esa época pasaba por el lugar.

La coyuntura legal que manejaba el país a inicios de la década de los 90, permitió que la ambientalista Ana Julia Torres pudiera adquirir el animal, que de inmediato fue atendido con todos los cuidados que la mujer le podía brindar en el parque Villa Lorena, en Cali.

La mujer, reconocida en esta ciudad por proteger a los animales, se convirtió en la madre adoptiva de Júpiter, mientras que el veterinario Delio Orjuela, quien para la época ya trabajaba con el Dagma, fue como un padre protector para el león.

En Villa Lorena, Júpiter comenzó a ser conocido por decenas de personas, amantes de los animales que iban frecuentemente a Villa Lorena a verlo crecer e interactuar con la fauna local, teniendo en cuenta que este es catalogado un animal exótico en Colombia.

Unos 19 años transcurrieron hasta que el Dagma decidió quitarle la custodia a la mujer, argumentando que el lugar donde se encontraba, en Villa Lorena norte de Cali, tenía riesgo inminente de inundaciones, por lo que se consideró que el animal debía estar en un sitio acorde para su bienestar.

Fue entonces que el Dagma aperturó la oferta a nivel nacional para la tenencia del león, a la que en el mes de marzo del 2019 solamente respondió el Zooparque Los Caimanes, en el municipio de Buenavista, sur de Córdoba donde estuvo por espacio de 11 meses.

Las autoridades sostuvieron que la propuesta del Zooparque Los Caimanes fue aceptada porque fue el único centro animal del país que no ofreció la eutanasia como una salida al caso de Júpiter.

Ana Julia Torres, quien siempre estuvo acompañando a león, asegura que durante el tiempo que el animal estuvo en su poder llegó a tener un peso superior a los 300 kilos, pero desde que le fue retirado de su custodia, su salud se deterioró rápidamente y su pesó bajó a ser de 90 kilos.

Y es que fue precisamente en una visita sorpresa realizada por la ambientalista Ana Julia Torres, que se pudo percatar el estado crítico en el que se encontraba el animal por lo que de inmediato alertó a las autoridades.

Era la semana del 22 de febrero de este año, el animal completaba una semana sin comer y su peso había descendido a 90 kilos, e incluso no lograba reconocer a su antigua propietaria, con quien solía ser registrado junto a Ana Julia, en fotografías y videos, protagonizando insólitas de afecto y cariño entre la ecologista y el felino.

El famélico estado de salud del animal llamó la atención de las autoridades a nivel nacional, lo que permitió el traslado del león nuevamente hasta Cali, donde le fue habilitado un hogar de paso mientras es estabilizado.

La situación del león Júpiter conmovió centenares de personas que reclamaban a las autoridades por el aparente abandono al que había sido sometido el animal, que paradójicamente durante su historia ha tenido registros de maltrato animal, como cuando aun siendo un recién nacido le cortaron parte de sus falanges para que no le crecieran las garras.

El traslado del animal se llevó a cabo el jueves 27 de febrero luego de un viaje por tierra y aire que duró poco menos de 3 horas, tiempo en el cual el felino estuvo dentro de una jula especial con una pipeta de oxígeno para que no le afectara la altura en el vuelo.

Si bien a su llegada a la capital del valle las curaciones ha sido las 24 horas del día, por parte de los más de 20 personas a su caso, los resultados de los exámenes no fueron nada alentadores, pues las directivas del Dagma lograron establecer que el animal presenta un cáncer en el hígado, fallas renales, anemia, y una reciente neumonía que complicaba su estado de salud.