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El mensaje de texto le llegó a la costurera Daniela Ruiz como un sorbo de agua fresca en medio de un caluroso día. Desde hace casi tres semanas su negocio ha ido menguando debido a la crisis por la expansión del coronavirus en el país, pues ya son pocos los que tocan a su puerta para pedirle que haga un uniforme. Por eso, el saber que en su cuenta bancaria había $160.000 más le permitió tomar una bocanada de aire antes de seguir luchando.

'El banco me mandó el mensaje de texto esta mañana (ayer) diciendo que había resultado beneficiaria del subsidio del Gobierno. De verdad que es un alivio, me ayuda bastante', dijo Daniela, quien asegura que, a pesar de que desde hace un año trabaja desde casa con su mamá, la cuarentena lo ha hecho todo más difícil. 

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Si bien antes sostenía a su familia haciendo uniformes y dotaciones de trabajo para empresas de todo tipo, ahora la actividad económica de Daniela gira en torno a los tapabocas y las batas de laboratorio que confecciona y distribuye desde su casa.

'Es más complicado porque ya no se encuentran los insumos para costura. Ya no hay casi hilos y las telas están más costosas. Además, aunque aumentó la demanda de tapabocas, no es lo mismo vender un tapabocas que una camisa o una dotación completa. Pero bueno, este subsidio es una ayuda bien grande que necesitábamos', afirmó. 

En ello está de acuerdo Sandra Moreno, quien a sus 33 años se las había ingeniado para hacer crecer su próspero negocio de venta por internet, pero que ahora ha tenido que detener la entrega de mercancía puerta a puerta porque teme salir a la calle y terminar contagiando a sus dos hijos pequeños. 

'Yo vendo mercancía por internet y redes sociales y manejo pagos contraentrega. En estos días de cuarentena el negocio está quieto porque no se puede salir. La verdad es que han llegado bastantes pedidos, pero me da miedo salir por los niños y he tenido que aplazar todas las entregas', explicó, afirmando que desde el 18 de marzo no sale de su casa.

'El mensaje llegó al celular de mi marido y la verdad es que nos alegró porque enseguida el dinero estaba en la cuenta del banco', confesó aliviada.