Compartir:

Hasta el pasado miércoles, Migración Colombia señaló que poco más de 35.000 venezolanos, de los más de 1,8 millones radicados en el país, retornaron de manera voluntaria a Venezuela por cuenta de la crisis sanitaria desatada por la COVID-19.

Pero, ¿por qué en medio de una pandemia como la actual esta población, catalogada como vulnerable, ha decido retornar a un país cuya situación económica, política y social se agrava cada día?

La respuesta al anterior interrogante tiene varios enfoques por parte de especialistas en temas de migración. Hay quienes aseguran que la falta de una verdadera política de inclusión sociocultural acrecentó la vulnerabilidad de esta población a lo largo de los últimos meses, mientras que otros consideran que la desinformación, la xenofobia y la falta de una red de apoyo se convierten en el combustible para que el fenómeno del retorno se acreciente.

En parte, la primera tesis está sustentada en un documento elaborado por Fundesarrollo, la Universidad del Norte, ProBarranquilla, Cámara de Comercio de Barranquilla, Barranquilla Cómo Vamos, Intergremial y la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia- ANDI seccional Atlántico, en el que dichas entidades ofrecieron recomendaciones a la administración Distrital de Barranquilla, a través de varios informes para atender, entre otras, la migración en la ciudad.

El documento ‘Propuesta de políticas públicas en Migración’ señala que el 47% de los venezolanos en Barranquilla se encuentran en condición de irregularidad, teniendo en cuenta que Migración Colombia señala que en el área metropolitana, a corte de diciembre de 2019, había cerca de 140.604 personas de esta población.

Además, el informe agrega que el 55,5% de los migrantes manifiesta que se ha sentido discriminado en la ciudad.

La investigación señala que la tasa de desempleo para migrantes en la ciudad es 10 puntos porcentuales más alta que la de los colombianos y la participación laboral para migrantes ronda el 80%, 'indicador que para los colombianos residentes alcanza el 61%, lo cual indica que los primeros llegaron a trabajar'.

Otras cifras que el documento resalta es que el 96% de la población migrante no ha convalidado sus títulos académicos, 'ya sea porque lo creen innecesario, porque requieren documentos que su país no provee, o porque consideran que el proceso es costoso'.

Kelina Puche Carrascal, directora de Fundesarrollo, identificó que la falta de una red de apoyo (ya sea familiar o social) podría ser otro factor por el que los venezolanos están decididos a retornar.

'Acá esta población estaba en la consolidación de nuevas relaciones. Allá tienen un familiar o un núcleo sobre el cual se podrían apoyar. Eso los lleva a retornar, incluso conociendo cómo está la situación en Venezuela', señaló Puche.

Así las cosas, ante esta problemática, la investigación de las entidades propuso en su momento 'cambiar la convalidación de títulos académicos por exámenes de aptitud. Jornadas de capacitación a empresarios sobre el proceso de vinculación laboral al migrante. Bonos de impacto social que promuevan la inclusión laboral, así como acceso a los canales locales de empleo'.

Y destacan que se deben impulsar iniciativas de inclusión sociocultural 'complementadas con un acompañamiento psicosocial al migrante y a su entorno para su integración'.