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Por medio de un sentido texto la directora de cine Cristina Gallego, expresó su profunda tristeza tras la partida de Antonio Bolívar, uno de los protagonistas de la película colombiana El Abrazo de la Serpiente, donde tuvo la oportunidad de ejercer como productora.

'Llevo días pensando en cómo esta crisis del coronavirus nos enfrenta ante uno de los más grandes mitos de la humanidad. La imposibilidad de despedir a nuestros muertos. Y hoy siento eso con la partida del Abuelo Bolívar, Don Antonio', plasmó Gallego en medio del escrito.

Posteriormente decidió ilustrar por medio de sus palabras de qué forma conoció al ‘Abuelo’, como lo nombraban de cariño.

'Ciro, que había visto la corta filmografía de lo que se había hecho en el Amazonas, lo vio en un corto que se había rodado 15 años atrás. Nos fuimos a Leticia a buscar locaciones, a ver si lográbamos hacer esta película en un lugar de menos difícil acceso que Mitú. Claramente no lo logramos, pero en la visita fuimos a buscarlo a él, a Don Antonio'.

También describió cómo fue el proceso de selección del personaje y de qué manera ella y el director de la cinta Ciro Guerra, quedaron convencidos de que Bolívar debía ser la persona que encarnara al viejo Karamakate, un indígena encargado de guiar a través de la selva a Richard Evans, un botánico que se encontraba en busca de una planta que le devolviera la capacidad de soñar.

'(..) Llegamos a la casa de Don Antonio y ahí estaba él con su hijo Pedro, nos acercamos a su puerta y abrió sus ojos en medio de la oscuridad. Nos presentamos, le dijimos para qué lo estábamos buscando, que estábamos haciendo, que debíamos hacer unas pruebas y que posiblemente implicaba que lo íbamos a llevar fuera de su casa por un buen tiempo. (...) Al otro día me desperté y le conté a Ciro que ya me había enamorado, que él era, y supongo que Ciro sabía que cuando algo o alguien se me metía en la cabeza era difícil deshacerlo. Ratificamos las intuiciones, la de él y la mía.'

Finalmente la Directora le agradeció por las historias y las experiencias vividas durante el rodaje.

'Gracias Abuelo por confiar en nosotros.... muchas historias más para compartir. Pero hoy quiero decirle adiós, y como hablamos de los viajes cuánticos y espirituales, a través de los que los chamanes conocen el mundo, espero verlo en algún lugar. Sé que la luz de sus ojos y de su alma será un faro para muchos'.

Antonio Bolívar murió a los 75 años de edad y pertenecía a la etnia indígena Ocaina. Según algunas fuentes el hombre ya se encontraba en delicado estado de salud días antes.