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¿Hay síntomas en el país de un déficit de energía que podría llevar a un apagón? Como en el 2015 y 2016, cuando el país tuvo una baja hidrología por el fenómeno de El Niño, se comienzan a encender las alarmas. Expertos y actores de la cadena identificaron para El HERALDO ciertos factores que podrían llevar a un escenario de racionamientos. Otros en un escenario más moderado confían en las medidas que ha tomado y que tomará el Gobierno para alejar el riesgo de racionamientos.

El Gobierno a través del Ministerio de Minas y Energía y la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) se han movido para no llegar a territorios de apagones, por lo que diseñaron la Resolución 080 de la Creg como una brújula para evitar llegar a ese escenario.

El documento está en discusión y abierto a las sugerencias de todos los actores e interesados. El Ministerio y la Creg anunciaron que solo se pronunciarán cuando esté en firme la resolución.

Una de las medidas que contempla es hacer que las hidroeléctricas guarden agua para estar preparadas ante la sequía.

El consultor del sector Alejandro Lucio y director de óptima consultores destacó que la resolución se apoya en el Estatuto de Riesgo de Desabastecimiento (Resolución 26 de 2014), el cual permite hacer un seguimiento al detalle del mercado de tal manera que se si se disparan ciertas alertas en los próximos meses, se tendrán herramientas para hacer seguimiento a indicadores e intervenir para lograr tener suficiente reserva hídrica.

Debido a que la matriz energética de Colombia depende en gran medida de la generación hídrica, es sensible ante fenómenos climáticos como El Niño. Los bajos niveles de lluvia llevan a que los niveles de los embalses bajen y se deba recurrir a la generación con otras fuentes como las térmicas.

Hasta el 28 de abril pasado, el nivel del embalse agregado del Sistema Interconectado Nacional (SIN) se encontraba por debajo de la banda histórica de niveles. Así lo señala la Resolución 080 de la Creg que además precisa que los aportes hídricos SIN en abril de 2020 se encontraban en el 61%, por debajo del nivel que tuvieron para el mismo mes en el periodo de El Niño 2015-2016.

El Ideam había pronosticado que abril y mayo serían los primeros meses de lluvias en este año, tras el período de meses secos, pero hasta ahora los niveles no han sido los esperados.

En junio y julio para las regiones Andina y Caribe hay un pronóstico es reducción de precipitaciones entre el 10% y 30%. Ante esta realidad, expertos dicen que podría haber riesgo de un apagón.

'Sigue habiendo más generación hidráulica de la que debería haber en estas condiciones y para guardar agua en caso de un fenómeno extremo o climatológico. Se está actuando contra la ortodoxia, la prudencia, que es guardar agua cuando hay, y no gastarla para enfrentar el verano. Este riesgo puede crear un déficit energético lo que pudiera generar un apagón', dijo Jorge Linero, presidente de Canacol, uno de los actores de la cadena de energía.

El senador José Name Cardozo analizó que 'el problema está en que los generadores hidráulicos, aprovechando los precios altos en bolsa, soltaron la mayoría del agua que tenían, para ganarse esos precios y generar con agua'.

Para el congresista no se tuvo la precaución ni ellos contaban con que el verano se iba a prolongar. 'Y como el verano se extendió, los niveles de los embalses están muy bajos y no se cree que vayamos a poder recuperar esa agua con las próximas lluvias de los siguientes meses, lo que nos llevaría a que podríamos tener racionamiento en el mes de enero, febrero, marzo y abril de 2021'.

Juan Camilo Manzur, presidente de Asocodis, dijo que se debe evitar a toda costa un racionamiento de energía. 'Si se va adoptar cualquier medida de intervención que los costos no sean asumidos por el usuario final'.

Orlando Cabrales, presidente de Naturgas, no ve un escenario como el de la coyuntura de crisis energética de 2015-2016. 'El país hoy está mejor preparado para afrontar una temporada seca que reduzca los aportes de las hidroeléctricas a la generación de energía. Por un lado, tenemos una planta de importación de gas natural que puede abastecer a las térmicas del norte del país, y en los últimos años se han hecho descubrimientos nuevos de gas en la región Caribe'.

La Asociación de Empresas Generadoras, Andeg destacó que las térmicas están listas para ser respaldo en caso de llegar al escenario crítico.

Jorge Linero se mostró en desacuerdo sobre los costos del gas importado. 'El nacional sí es el más barato en todo en términos y precios absoluto que genera regalías en Colombia y derechos económicos, más que una planta de regasificación. Si estos señores tendrán precios excepcionales por la comercialización de gas natural importado y por la generación de gas traído del exterior, esos ingresos deben retornar a los colombianos que a través de la factura de energía eléctrica pagamos alrededor de $13.500 millones mensuales por dicha infraestructura, que corresponde al 50% del total de la inversión y los gastos de funcionamiento'.