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Las sesiones virtuales del poder legislativo en Colombia, desde el Congreso hasta las corporaciones locales como las asambleas y los concejos municipales, han dejado ver varios hechos insólitos y curiosos, unos más cuestionables que otros.

El hecho más reciente lo protagonizó el secretario de Ambiente y Gestión del Riesgo del departamento de Tolima, Fredy Torres Cerquera, quien durante una sesión virtual de la Asamblea de este departamento se estaba depilando la espalda. Los diputados debatían el Plan de Desarrollo de Tolima a través de la plataforma de videoconferencias Zoom.

El funcionario no se percató de que su cámara estaba encendida, así que por varios minutos apareció en la escena una mujer de suéter amarillo que le depilaba la espalda. Una vez la mujer se percató, escondió la cabeza y el funcionario de inmediato apagó la cámara.

El video fue compartido por las redes sociales, en donde cuestionaron que el secretario de Gestión del Riesgo estuviese realizando una actividad tan personal mientras participaba en el debate al que había sido citado.

El gallo que canta

También en el Congreso se ha escapado uno que otro hecho curioso en las sesiones virtuales. Es el caso del canto de un gallo que se escuchó en la Comisión IV de Senado. Mientras el congresista del Partido de la U Juan Felipe Lemos intervenía, un gallo cantó a lo lejos. 'Pido excusas, es una gallina de mi mamá', dijo el parlamentario tras la intromisión. A lo que sus compañeros le contestaron: 'Es un gallo'.

También la semana pasada, la senadora María del Rosario Guerra fue interrumpida por un ruido mientras intervenía en el debate de control político sobre el supuesto espionaje por parte del Ejército. La congresista del Centro Democrático tuvo que quedarse callada en varios momentos por el intenso sonido y pidió excusas a sus compañeros: 'Disculpen, es la alarma de mi edificio'.

‘La pinta' y el lugar

Al trasladarse las sesiones legislativas a la virtualidad, las salas, escritorios improvisados y hasta una estación de Policía se convirtieron en el nuevo Capitolio. Es el caso del congresista Ricardo Ferro, quien tuvo que poner una hilera de varios libros para apoyar su tableta y que esta quedara a la altura de su cara.

Así mismo, el representante por San Andrés Jorge Méndez ha tenido que sesionar desde una estación de la Policía por problemas de conectividad en el departamento. Al representante del Centro Democrático Edward Rodríguez también le sorprendieron, durante un debate de la Comisión I de Cámara, lavando loza.

El congresista encendió su cámara al escuchar su nombre, pero de inmediato la apagó. Así mismo, los congresistas cambiaron el traje y la corbata por bermudas, suéter, chanclas, gorra, crocs y algunos han confesado que se visten elegantes sólo de la cintura hacia arriba.