La Fundación Paz y Reconciliación dio a conocer este miércoles su más reciente informe denominado 'Radiografía de la ominosa presencia de los carteles mexicanos en Colombia', en el que dedican un capítulo especial a la relación del Cartel de Sinaloa en la región Caribe, principalmente en los departamentos de Córdoba y Magdalena.
Advierte Pares que aunque la relación de crimen organizado entre Colombia y México viene de décadas anteriores, protagonizada por los grandes carteles del narcotráfico, 'en la actualidad la relación se ha dinamizado debido al importante flujo de capital y de armas traído desde el país norteamericano', lo cual ha impulsado el fortalecimiento de grupos armados como Clan del Golfo, Caparrapos, Los Pachenca, Ejército Popular de Liberación (EPL) o Pelusos y Grupos Armados Postfarc, entre otros.
'Se identifican dos formas de relacionamiento entre carteles mexicanos y grupos armados colombianos tras el fin de las Farc-Ep como guerrilla: financiación y articulación. La financiación se da a través de la inyección de grandes capitales y armas, este es el caso de Los Caparrapos o Caparros en la subregión del Nudo de Paramillo (entre Antioquia y Córdoba). La articulación se da a través de la búsqueda del trabajo conjunto en función de la regulación de la cadena de producción y comercialización de la cocaína, este es el caso de la relación construida entre el Cartel de Sinaloa y el Clan del Golfo en el Bajo Cauca antioqueño y en Magdalena', se lee en el reporte.
Así mismo, pone de presente que la presencia de estos carteles mexicanos en el país coincide con los lugares de mayor intensidad de cultivos de coca o con corredores estratégicos para el narcotráfico: Costa Pacífica nariñense, Catatumbo, Bajo Cauca antioqueño, Norte del Cauca y Magdalena.
En Córdoba y Antioquia, indica el documento, 'los grupos armados colombianos han realizado manifestaciones de estar siendo financiados por narcotraficantes mexicanos, los cuales les proveen dinero y armas. En Tierralta, organizaciones como el 'Grupo de los JJ' han hecho manifestaciones en este sentido'.
Entre tanto, en Ciénaga, Magdalena, la Fundación señala que se ha registrado la presencia de un grupo denominado 'Los Mexicanos', presuntamente relacionado con el Cartel de Sinaloa, 'que parece tener una alianza con el Clan del Golfo para regular el mercado de comercialización de la droga'.
Y en los municipios de Aracataca, Fundación, Santa Marta y la Zona Bananera, los carteles de la droga mexicana han construido relaciones con Los Pachencas y el Clan del Golfo, también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC.
'Todo indicaría que el miedo a una gran anarquía en el mercado del narcotráfico luego de la dejación de armas de las Farc provocó la mayor penetración de estas estructuras mexicanas. Básicamente, se produjeron tres fenómenos. Por un lado, los carteles mexicanos recordaban lo que ocurrió con la desmovilización paramilitar entre 2003 y 2006, donde se generó un proceso de reorganización criminal que llevó al nacimiento de al menos 101 estructuras ilegales. En la medida que las Farc controlaban los cultivos y la primera parte de la cadena del narcotráfico, se quería evitar un escenario similar. En fin, se sabía que las Farc se iban, pero el negocio debía continuar, lo que se quería era evitar un baño de sangre', se lee en el informe.
También concluye el documento que en Colombia había cierta paridad entre organizaciones criminales y ninguna estaba en la capacidad de copar masivamente, por ende, las posibilidades de una guerra con empates negativos era muy alta, por ello, la intervención inicial de estos carteles mexicanos es para asegurar una repartición más o menos pacífica del territorio. Por último, para copar muchas de esas zonas las organizaciones criminales necesitaban inyección de dinero, entonces, tener padrinos era importante.