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El expresidente colombiano Juan Manuel Santos (2010-2018) destacó este sábado el compromiso del partido FARC con la paz y aseguró que no 'van a volver al monte', al tiempo que criticó la posición del gobierno de su sucesor, Iván Duque, hacia Cuba, con la que cree es mejor tener una buena relación.

'La guerrilla de las FARC no van a volver al monte, hay unos disidentes que se han regresado por diferentes razones, eso siempre sucede en todos los acuerdos, pero el grueso de los miembros están comprometidos con el acuerdo, con lo que prometieron de dejar las armas', dijo Santos a la televisión estatal cubana.

El premio Nobel de la Paz fue uno de los principales impulsores del histórico pacto firmado en 2016 con el antiguo grupo insurgente - hoy convertido en partido político -, logrado tras cuatro años de negociaciones con sede en La Habana para poner fin a más de medio siglo de conflicto.

A cuatro años de su firma, la implementación del acuerdo de paz ha encontrado obstáculos como la actitud 'reacia' del gobierno de Iván Duque y la vuelta a las armas de altos jefes de la guerrilla, entre ellos el número dos y jefe negociador de los insurgentes, Luciano Marín, alias 'Iván Márquez'.

En la entrevista, Santos reconoció que el hoy 'presidente Duque y su partido fueron muy críticos del acuerdo' en el momento en que se firmó, pero agregó que trabajaron por dejarlo 'blindado jurídicamente' al menos por los tres próximos mandatos presidenciales.

Recordó además su primer encuentro con el entonces líder de la guerrilla, Rodrigo Londoño, alias 'Timochenko', una conversación a solas que tuvo lugar en La Habana gracias al expresidente cubano Raúl Castro.

'Me acuerdo de Raúl Castro cuando nos agarró y casi que nos obligó a darnos la mano, pero antes nos había dejado solos a Rodrigo Londoño y a mí. Primera vez que nos veíamos. La verdad que fue una reunión interesante y que rompió mucho el hielo, porque comenzamos a hablar del compromiso de ambos por lograr la paz', contó.

Injusticia con Cuba

Durante el gobierno de Santos, Cuba y Colombia vivieron una etapa dulce en sus relaciones bilaterales, que hoy atraviesan por un momento delicado tras el cese de las negociaciones de Bogotá con la guerrilla del ELN, con sede en La Habana entre mayo y agosto de 2018.

Un atentado ocurrido en enero de 2019 contra la Escuela General Santander y reivindicado por el Comando Central del grupo insurgente provocó la ruptura definitiva del diálogo por parte del Gobierno, que exigió entonces a Cuba la devolución de los guerrilleros.

La isla se niega a regresar a los luchadores escudada en los términos del pacto firmado por la administración de Juan Manuel Santos en caso de un alto en las conversaciones.

Esta negativa es el principal argumento aducido por Estados Unidos en mayo pasado para incluir a Cuba en su lista de países que no cooperan en la lucha contra el terrorismo, documento del que la isla había salido en 2015 dentro del fugaz 'deshielo' con EE.UU.

Para Santos, tanto Washington como Bogotá han sido muy 'injustos' con la isla, que ha jugado un papel decisivo en la paz colombiana.

'Es mucho mejor tener a Cuba ayudando a resolver problemas, como ayudó a la paz con las FARC, que tenerlo al otro lado (...) Cuba puede ayudar mucho, por eso es mucho más positivo tener una buena relación con Cuba', destacó.