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Durante la presentación del pronóstico del clima que se espera para los meses de septiembre, octubre y noviembre en varias regiones del país y que, según el IDEAM, estará marcado por altas precipitaciones. El Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Ricardo Lozano, aseguró 'La mejor medida de atención a un desastre es la prevención'.

El Ministro Lozano también aseguró que el aumento y la intensidad de las lluvias 'pueden generar crecientes súbitas, avalanchas e inundaciones', por lo que recomendó a las autoridades locales en cada municipio vigilar y observar ríos y quebradas y activar los planes de prevención y atención ante el aumento de la amenaza ya sea por crecientes súbitas, inundaciones o posibles deslizamientos.

'Es hora de activar las alertas de prevención y alertas tempranas para la segunda temporada de lluvias. Estamos a tiempo, en los meses de octubre, noviembre y diciembre tendremos precipitaciones por encima del promedio', advirtió el Ministro Lozano.

A su turno, la directora del IDEAM, Yolanda González, destacó la importancia de que los alcaldes estén alerta debido a esta predicción según la cual el mes de octubre será el mes más lluvioso del año.

El jefe de la cartera de Ambiente, también llamó la atención al sector de infraestructura al considerar importante 'adelantar las labores de mantenimiento de la infraestructura que provee agua a los municipios, así como la limpieza de cauces y canales'.

Recomendaciones para la temporada de lluvias

Activar los planes de prevención y atención ante el aumento de la amenaza de deslizamientos de tierra, crecientes súbitas e inundaciones.

Mantener el plan preventivo en las entidades del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SNGRD).

Revisar, actualizar y socializar los planes institucionales previstos, de acuerdo con las condiciones para la zona.

Hacer campañas educativas sobre riesgos y medidas de prevención para afrontar la temporada de lluvias o la presencia de eventos extremos.

Apoyar los consejos departamentales y municipales de gestión del riesgo de desastres.

Monitorear quebradas o ríos, desde el nacimiento y hasta la desembocadura, con mayor recurrencia de eventos o antecedentes de avenidas torrenciales o inundaciones en el área, debido a lluvias extremas.

Realizar campañas periódicas de limpieza, con el fin de prevenir posibles taponamientos de los desagües y ductos de aguas lluvias.

Monitorear y hacer mantenimiento a las obras de mitigación del riesgo realizadas en puntos críticos de la zona, con el propósito de evitar deterioros o reactivación de estos eventos.

Monitorear continuamente las zonas de ladera que representen algún tipo de amenaza para identificar los cambios en el terreno y así tomar las medidas pertinentes, de acuerdo con los planes de contingencia existentes.

Fortalecer la comunicación y la educación de la comunidad en medidas de prevención durante esta temporada de lluvias.