A María Margarita Caparroso Cabello no le gusta mucho entrar a Twitter, pues los comentarios de detractores del partido político al que está adscrita su madre distan mucho de la mujer a la que a ella ha admirado en sus 37 años de vida.
Para ella, Margarita Leonor Cabello Blanco no es solamente la nueva procuradora General de la Nación; es esa mujer que le dejaba bajar al primer piso del Centro de Servicios Judiciales de Barranquilla para comprar pastelitos, es la que acompañaba a comprar fruta en el Centro después de una audiencia, quien la recogía cada día en el colegio y con quien aprendió lo que era vivir. Es su mejor amiga, su apoyo 'al 300 %'. Su mamá.
Por eso, para María Margarita, el que su madre sea electa a los 63 años como la primera mujer procuradora de Colombia no es algo inimaginable, ni mucho menos producto del azar. Es el resultado de 40 años de lucha, empeño, entrega y dedicación al otro.
'Es la historia de una mujer trabajadora' que este jueves fue nombrada como la encargada de vigilar, investigar y, de ser el caso, sancionar a quienes detentan poder político en el Estado colombiano.
‘Canitas’. La trayectoria jurídica de Margarita Cabello Blanco inició mucho antes de que se graduara como abogada de la Corporación Universitaria de la Costa. Empezó, más bien, en la terraza de su casa familiar en el barrio El Prado de Barranquilla.
Según recuerda su hermana mayor, María Elvira Cabello Blanco, desde su infancia, cuando los amigos de la cuadra les llamaban ‘las Canitas’ (por eso de Cabello Blanco), Margarita, o Margui, se destacó por siempre tener un argumento ganador, aunque 'no era nada política'.
'Ella era gozona de las situaciones, siempre tenía unas salidas con las que uno solo podía reírse y sorprenderse, porque era muy astuta. Pero escuchaba mucho, siempre estaba presta para todos y era muy analítica', la describe María Elvira.