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La orden de privación de la libertad del expresidente y líder del Centro Democrático Álvaro Uribe Vélez, ordenada por la Corte Suprema de Justicia, representó en su momento un golpe para el uribismo y, pese a tratarse de un proceso judicial, la política no ha dejado de aparecer.

El giro que ahora dio el caso, tras la renuncia de Uribe a su curul en el Senado, permitió que pudiera seguir enfrentando el proceso judicial, por presunto soborno y manipulación de testigos, en libertad.

EL HERALDO consultó a varios politólogos, que orientan el debate sobre la estrategia política de los seguidores del uribismo y el mensaje de cara a las elecciones 2022.

Según el politólogo y docente de la Universidad del Norte Ángel Tuirán la orden de la jueza 30 de Garantías de Bogotá de dejar en libertad al exsenador 'podría entenderse como una victoria política. A pesar de que Uribe perdió su curul como congresista, recuperó su libertad para continuar liderando la agenda política del partido de Gobierno'.

Agregó que, seguramente, el uribismo insistirá en que 'fue una detención con fines políticos y que la decisión no estaba basada en derecho'.

En este sentido, el director del Departamento de Ciencias Políticas de la Uninorte, Fernando Giraldo, también puso de presente que tal orden de libertad será usada políticamente para decir que siempre habían tenido la razón.

Vale la pena recordar que desde que la Corte Suprema de Justicia tomó la decisión de ordenar la detención, la medida de aseguramiento fue fuertemente cuestionada y se criticaba que el alto tribunal no estuviese actuando en derecho, en palabras de los seguidores de Uribe así como de su defensa.

'No es que le hayan dado la razón. La Corte se acogió a unos criterios para el caso de quienes son senadores, como dejó de serlo, la jueza aplicó unos criterios con base en la norma por la cual continúo el proceso. (El uribismo) no tenía razón antes. La Corte tenía la razón, así como la tiene ahora la jueza. Por eso Uribe renuncia al Senado, buscando la forma que le aplicara otra norma que le convenía', explicó Giraldo.

La Corte Suprema de Justicia había aplicado la detención, bajo el sistema inquisitorio o ley 600. Sin embargo, tras la renuncia del exsenador, el mismo alto tribunal le indicó a la jueza 30 de Garantías de Bogotá que el sistema que debía operar era el acusatorio o ley 906.

De hecho, la misma defensa de Uribe, el abogado Jaime Granados, durante la audiencia señaló que la finalidad del debate no era poner a consideración si la Corte tuvo razón o no en ordenar la detención, sino que era tumbar la medida de aseguramiento debido a que había cambiado el sistema por el cual se iba a regir el caso de su cliente.

'A pesar de que en esencia es un debate jurídico, se trasladó al escenario político, ya hemos visto como se ha cuestionado políticamente la decisión de la Corte Suprema, aun el presidente de la República intervino en favor de su mentor. En todo caso, tanto en la decisión de la Corte, como en la de la justicia ordinaria, debe primar la defensa y respeto a las actuaciones del poder judicial', señaló Tuirán.

¿Fortalecidos?

Pese a lo anterior, para el doctor en ciencias políticas y profesor de la Universidad del Atlántico Alejandro Blanco las próximas elecciones representarán una 'clara dificultad para el uribismo'.

Blanco mencionó que la oposición política se ha fortalecido en el plano electoral y la popularidad del gobierno de Iván Duque (uribista) está golpeada.

En este sentido, también Giraldo precisó que en las elecciones de 2018 triunfó el uribismo, pero solo por cuatro años. 'Vienen advertidos desde 2010, con la votación de Antanas Mockus, y en 2018, Gustavo Petro se les acercó mucho más. Con los problemas sociales actuales, recrudecidos por la pandemia, será más difícil para el uribismo' lograr la victoria de los próximos comicios presidenciales.

No obstante, agregó que aunque la detención representó un hito en la historia colombiana porque nunca un proceso por el que se investigara a un expresidente había llegado tan lejos, manifestó que la libertad de Uribe será aprovechada políticamente para restablecer la imagen del exsenador.

'Uribe es el verdadero jefe del partido de gobierno, esto le permite recuperar el liderazgo y generar confianza en sus bases', comentó Tuirán.

También Blanco destacó que el uribismo aún tiene fuerza en las urnas. Sin embargo, la decisión sobre candidato nublaría el panorama político. 'Se perfilaba a Carlos Holmes Trujillo, pero su desempeño en lo referente al manejo de las protestas lo tiene en aprietos', expresó.

Giraldo, por su parte, dijo que hay muchos nombres, entre esos, el del hijo del expresidente y mencionó que también será clave, de cara a los comicios, cómo resuelven la elección de ese candidato sin herir a los no elegidos por el máximo jefe del uribismo.