Un 31 de octubre de 2010 ocurrió en el Parque El Virrey de Bogotá un suceso que luego desencadenaría uno de los procesos judiciales más seguidos en el país: el caso Colmenares, cuyo misterio ha suscitado libros y series televisivas, mientras que la búsqueda incansable de justicia por parte de la familia de la víctima ha tenido a los colombianos con el corazón roto durante toda una década. El caso parece una novela, sin final feliz: un joven sale con una compañera de una de las universidades más poderosas del país una noche de Halloween, el exnovio de ella se aparece en la fiesta, luego hay un lapso en el que versiones van y vienen, sigue la escena en el Parque El Virrey con el cadáver del estudiante repleto de golpes en varias partes, la madre dice que sueña con su hijo diciéndole que lo mataron, pero las ropas de la víctima y las cámaras del lugar no aparecen, los acusados (la compañera, una amiga y el exnovio) salen avantes de mediáticos juicios llevados por los mejores abogados del país y argumentando que el joven no fue golpeado, sino que se cayó a un caño y fue arrastrado por sus aguas (que llegan a la altura del tobillo) con ayuda de la lluvia torrencial de aquella madrugada. Esa decisión es apelada por todas las partes, menos la defensa: la Fiscalía, la Procuraduría y las víctimas interponen sendos recursos, y el Tribunal Superior de Bogotá ha estudiado juiciosamente el abundante material probatorio durante tres años para establecer en última instancia si Laura Moreno y Jessy Quintero son inocentes o culpables, y si el de Colmenares fue o no un crimen. Luis Alonso Colmenares conversa con EL HERALDO por teléfono, como lo aconsejan las medidas de bioseguridad que ha impuesto la pandemia –las mismas que harán que este sábado la conmemoración de los 10 años no sea una nutrida marcha de familiares, amigos y ciudadanos que piden justicia en peregrinación a través de El Virrey, sino un encuentro virtual a través de las plataformas electrónicas-. 'Nosotros lo que estamos es atentos a la decisión que tome el tribunal. El recurso que se interpone a la decisión que tomó la jueza de una manera absurda, sin ninguna valoración objetiva de todas las pruebas que la Fiscalía le aportó, porque todas las pruebas del juicio fueron aportadas por la Fiscalía, ahí la defensa no aportó ninguna prueba, sino que trajo una cantidad de testimonios para rebatir las pruebas', suena en el altavoz la ofuscación que no puede ni pretende esconder el padre. Y continúa: 'Nunca pudieron rebatir la exhumación, las interceptaciones, el análisis que se hace de todos los elementos de Medicina Legal, sino que trajeron fue un antropólogo español que nunca ha ejercido la ciencia forense y una señora de Puerto Rico a rebatir lo que la Fiscalía estaba aportando. Entonces, la jueza nunca se dedicó al análisis objetivo de todas las pruebas y consideró que estas dos muchachas eran inocentes. ¿Cómo así, si está probado que salieron con él en la madrugada, cómo así si una le dice a la otra ‘yo vi las cosas’ y uno de los procesados le dice ‘no me acerco porque de pronto te hundo más’?'. Frente a los tres años que lleva el expediente en el tribunal, no obstante, Luis Alonso Colmenares cambia el tono de la voz y las palabras salen sin truenos: 'Dicen que es mucho tiempo. Yo tengo que decir que estoy tranquilo en ese sentido, y te voy a dar la razón, porque lo que interpreto es que el tribunal ese sí efectivamente está analizando de manera objetiva, detallada e imparcial todas las pruebas que se aportaron. Lo que ha pasado es que se vino todo este tema de la pandemia, pero yo aspiro a que eso de febrero del año entrante no pase'. 'Se anticipó la captura' Comenta además sobre las probables salidas del país de Moreno y Quintero: 'Se podrán ir al fin del mundo o a otra galaxia, pero a donde lleguen llegará la justicia, por eso en algún momento me pareció que la Fiscalía se anticipó a capturarlas a ellas, pudiendo haber seguido con las interceptaciones'. Así mismo, critica alguna labor que consideró precipitada de la Fiscalía al inicio de las pesquisas: 'Se hubiera seguido con la práctica de pruebas, ¿por qué se perdieron las ropas si el informe dice ‘muerte violenta’ y ya eso obliga a que el médico legista establezca una cadena de custodia?'. Y para la conmemoración de los 10 años de la muerte de su hijo, manifiesta que en medio de la pandemia 'hemos preferido atender las normas que hay en estos momentos y hemos organizado una eucaristía virtual este sábado, a las 5 de la tarde, desde la Parroquia Santo Tomás de Villanueva, en La Guajira, y a través de la emisora ‘Viva FM’ se va a hacer una celebración'. Finalmente, se sacude las críticas que le hacen porque la representación de las víctimas la llevó Jaime Lombana, que es la llave de Jaime Granados –el defensor de Laura Moreno– en la defensa del expresidente Álvaro Uribe: 'No falta el que le cae a uno sin considerar sentimientos de dolor que hay. El crimen de Luis no tiene que ver con ideología ni con política, aquí hubo otras razones. Lombana muy generosamente nos ha acompañado en esto sin cobrarnos nada, y a mí no me importa que Lombana sea abogado de quien quiera y la gente debe respetar eso también'. ¿Qué resolverá el tribunal Superior de Bogotá? El Tribunal Superior de Bogotá analiza, por un lado, el fallo que absolvió a Moreno y Quintero, así como la postura de la defensa y las apelaciones de la Fiscalía, la Procuraduría y las víctimas. En febrero de 2017, la jueza 11 de conocimiento de Bogotá, Paula Astrid Jiménez, concluyó que 'las lesiones de Luis Andrés Colmenares en el rostro son consistentes con una caída de altura y no con golpes propinados por terceros', y aseguró que un solo golpe contra el caño le produjo a Colmenares las demás fracturas: 'La energía del golpe se disemina y produce las demás fracturas en el cráneo de Colmenares. El cráneo disipa la energía del golpe llevándola a otras partes del cráneo'. En marzo de 2017, la fiscal 60 delegada ante el Tribunal Superior de Bogotá, Sandra Jeanette Castro Ospina, en su apelación advirtió la similitud de las heridas de la víctima con las que se producen en los boxeadores y destacó que la evidencia científica señala que la cabeza de Colmenares no se golpeó, sino que fue golpeada: 'Un objeto golpeó esa parte del cráneo, pues no se encontró mecanismo golpe-contragolpe, de manera que fue el elemento el que golpeó la cabeza, y no la cabeza que se golpeó contra un objeto'. Y ese mismo mes y año, el procurador tercero delegado para la Investigación y Juzgamiento Penal, Jairo Salgado Quintero, al apelar la decisión enumeró ocho versiones distintas entregadas por Laura Moreno sobre la supuesta caída de Colmenares: 'Ofreció variadas y contradictorias versiones sobre lo ocurrido en torno a la desaparición y muerte de Colmenares. (…) Una es que ella lo logró alcanzar (a Colmenares) en el canal, que se sentaron en una banca los dos (Laura y Luis Andrés), cuando de repente él se paró, se lanzó al canal y que ella no lo vio salir. (…) Otra es que cuando iban por el edificio de Ecopetrol a él se le cae el reloj, lo recoge y emprende carrera nuevamente, ella continúa corriendo tras él y a la altura de la ciclorruta de El Virrey lo alcanza por segunda vez, afirma que allí lo abraza, pero él se le suelta y se lanza al canal, momento en el que dice sólo vio sus pies en el aire'.