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Cristina llora de alegría. Tras luchar durante dos años para intentar reunirse con su hijo, finalmente, la madrugada del pasado viernes lo logró. 'El camino no fue fácil', dice la barranquillera sonriendo, al tiempo que sujeta fuerte la mano de su pequeño de 7 años.

Un emotivo recibimiento tuvieron el pequeño y la mujer la noche de este lunes en el sector de Villa Carolina. Madre e hijo llegaron desde Brasil para reencontrarse con sus familiares, amigos y vecinos.

Aplausos, globos, risas y lágrimas de alegría fue el ambiente que predominó en el reencuentro.

Cristina Escamilla Zabaleta asegura que el proceso fue 'muy  complejo y difícil',  pero afirma que su fe en Dios la mantuvo de pie, sumado al apoyo que recibió de su familia.

'Esta semana fue particularmente la más difícil del recorrido. Hubo mucha presión de las autoridades para que el papá del niño pudiera acatar el fallo de un Tribunal que me otorgó la custodia', señaló la mujer.

Un viaje

Ese jueves 5 de noviembre, en horas de la mañana, un artículo publicado por EL HERALDO 'se viralizó' entre los grupos de familias y redes sociales que apoyaban la causa de Cristina. La nota hizo un resumen de las luchas jurídicas que la mujer de 43 años había realizado los últimos dos años para recuperar a su hijo, quien en noviembre de 2018 fue llevado a Brasil por su papá.

Tras varias audiencias y procesos judiciales,  a finales de octubre pasado, la mujer fue notificada de la decisión que tomó un tribunal de Brasil al ordenar a las autoridades que  'se debía surtir todo lo necesario para el cumplimiento de la urgencia concedida', es decir que el menor regresara con su mamá.

Cristina se trasladó desde Barranquilla al estado de São José dos Campos, el primero de noviembre de este año, para realizar el proceso de allanamiento donde le quitarían el niño a su padre y se lo regresarían a ella.

'Cuando llegamos a la casa del papá del niño, en Caçapava, nos recibió un tío de él y nos informó que el pasado domingo el hombre montó todas las maletas a un carro y se había ido del lugar', contó la mujer. Ahora el hombre estaba prófugo y el menor estaba desaparecido.

Cristina señaló que acudió al Juzgado Primero Federal de São José dos Campos para que ordenara la búsqueda del menor y de su padre a través de una alerta de Interpol, pero no fue necesario.

La entrega

La mujer aseguró que cuando el hombre accedió a entregar al niño'todas las autoridades se movieron' para que la acción se pudiera realizar sin contratiempo.

'El papá  se decidió a entregar al niño y el traspaso fue de un carro a otro carro. Todo  fue difícil para el niño, porque él tenía viviendo con su papá ya dos años, pero ya salimos de todo esto y estamos acá reunidos', dijo la mujer.

Cristina manifiesta que no pudo celebrar 'hasta que las puertas del avión con rumbo a Colombia se cerraron'.

'Cuando llegamos a suelo colombiano tuve paz. Esa pesadilla se había terminado. La fe en Dios siempre estuvo intacta, aunque hubo momentos en los que me quebré, pero la oración me levantaba', afirmó la mujer rodeada de sus familiares.

Virginia Escamilla Zabaleta, tía del niño, quien vivió de cerca la historia de su hermana, expresó que en todo momento las palabras hacia ella eran de fe.

'Siempre le decía que Dios estaba con nosotros y que no nos dejaría solas. Las lágrimas que derramamos fueron compensadas. Nunca hubo en nosotros una palabra de dudas, al contrario, le decíamos que todo era posible con Dios', manifestó Virginia.

El caso

Hace exactamente dos años, a inicios de noviembre, la mujer atravesaba por una emergencia con su hijo mayor (fruto de una antigua relación) que estaba enfermo, hospitalizado. Quien era su esposo para ese momento le dijo que para que estuviese tranquila se llevaría al  hijo de ambos por unos días a Brasil a ver a sus abuelos.

'Nosotros estábamos en proceso de divorcio, pero en buenos términos, yo le di el permiso de salida del niño y quedó que el 26 de noviembre de 2018 lo traería de regreso, pero eso nunca ocurrió', contó la mujer.

En abril de 2019 la mujer presentó, con la ayuda del ICBF, una demanda ante la Autoridad Central Administrativa Federal de Brasil bajo el argumento que plantea la Convención de La Haya sobre los Aspectos Civiles del Secuestro Internacional de Niños, y que establece la protección del niño a nivel internacional de los efectos derivados del cambio de domicilio o retención ilícita. Dicha acción fue la que le permitió abrazar de nuevo a su hijo.

Cristina envió un mensaje a las mujeres que están pasando por una situación similar a la que ella atravesó.

'Nunca hay que rendirse, los hijos hay que dejarlos apartados de la situación y dialogar en todo momento. Los niños no pueden ser usados como escudos', aseveró la mujer.