Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar, en medio de una audiencia virtual que se llevó a cabo la mañana de este viernes, desde Estados Unidos, reconoció y lamentó su participación en el conflicto armado que dejó miles de víctimas en el Caribe colombiano.
'Hice un daño irreparable a muchos compatriotas. Causé daños, lágrimas, llanto, sufrimientos y miserias. Lo reconozco y me siento arrepentido por ello, siento vergüenza por esos hechos de guerra. Hoy soy una nueva persona', dijo Mancuso en la diligencia en la que se le ratificó la medida de aseguramiento.
El exlíder de las AUC señaló que seguirá cumpliendo con la justicia, al tiempo que pidió garantías 'para seguir avanzando'.
'Primero para ellas (las víctimas) y luego para nosotros, los postulados victimarios, de lo contrario no les quede la menor duda de que si no hay garantías. La máxima pena legal en Justicia y Paz es de 8 años y ya llevo más de 14 años detenido', aseguró Mancuso desde una cárcel en Estados Unidos, país al que fue extraditado en 2008.
Tras conocerse la decisión del magistrado Manuel Bernal, que negó la petición de revocar la medida de aseguramiento, Mancuso aseguró con respecto al fallo que se le estaban 'violando todos los derechos constitucionales'.
'Yo me sometí a la Ley de Justicia y Paz confiando en lo que allí se establece y hasta ahora la he cumplido a cabalidad. Hay una sintomática y permanente violación de los derechos a los que tengo beneficio. ¿Cuándo recuperaré la libertad? ¿Cuándo el Estado colombiano y sus instituciones garantizarán mis derechos? ¿Acaso tendré que pagar una cadena perpetua?', se preguntó el postulado en la audiencia.
Deportación pendiente
En marzo de 2020, Salvatore Mancuso completó su condena por narcotráfico en Estados Unidos y en agosto pasado el Departamento de Seguridad Nacional de ese país ordenó su deportación a Colombia en agosto; sin embargo, su deportación continúa pendiente.
La Sala Penal de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla en la actualidad tramita alrededor de 32.000 hechos relacionados con la macro-imputación de Salvatore Mancuso Gómez.
El exlíder de las AUC es un destinatario de la Ley de Justicia y Paz desmovilizado en 2004 y postulado ante la Sala el 16 de agosto de 2016.
Así las cosas, fue condenado el 31 de octubre y el 20 noviembre de 2014 como creador de varias estructuras paramilitares, además del delito de narcotráfico.
En enero de 2020, Mancuso pidió su sometimiento ante la JEP, en calidad de tercero civil financiador de grupos armados ilegales, por el respaldo a estos ejércitos paramilitares en Córdoba y Antioquia; sin embargo, en junio del año pasado, la Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad rechazó, en primera instancia, la solicitud de sometimiento.
La Sala de Reconocimiento concluyó que su rol en este periodo fue la de un 'miembro orgánico de la estructura criminal, desarrollando una función continua de combate'.