Cerca de 2.000 indígena de la comunidad emberá chamí arriesgan diariamente sus vidas para salir de sus resguardos ubicados en las veredas Santa Rita y Arenales del municipio de Pueblo Rico, Risaralda.
Así lo dejó en evidencia un impresionante video, que compartió en Twitter la periodista Daniela Mejía, donde se observa una niña que cruza un río con una cuerda para poder salir de su resguardo.
Y es que, en noviembre de 2020, la creciente del río Agüita se llevó por delante el único puente que conectaba a esta población con el casco municipal.
En la grabación se ve como el agua empuja con fuerza el cuerpo de la menor y genera la sensación de que en cualquier momento se puede soltar y ocurrir una tragedia.
En su denuncia, la periodista señaló que 'el puente de Santa Rita, el único que los comunicaba con el resto del departamento, estaba en pésimas condiciones hasta que una creciente del río Agüita lo destruyó. La comunidad lo denunció'.
Así mismo, las familias indígenas le han pedido a su alcalde, Leonardo Fabio, primer emberá chamí que ocupa ese cargo en la historia del municipio, que lo reconstruya.
'El alcalde no sólo no lo ha reconstruido sino que se gastó 46 millones del presupuesto público en una fiesta en plena pandemia, según lo denunció el portal El Expreso hace dos días', señaló Mejía.
La denuncia a la que se refiere, tiene que ver con una noticia que publicó el portal en mención, en la que aseguró que el alcalde del Pueblo Rico, Leonardo Siagama Gutiérrez, firmó el 26 de noviembre un convenio por $66.000.000 para la realización del Festival Triétnico del municipio en tres días pagando, según los papeles, 18 millones a cantapisteros por una hora, 21 millones por ambientación, tarima y carpa, 10.5 millones en la preproducción y producción del evento.
En su momento, el secretario del Consejo Regional Indígena de Risaralda alertó también que 'el puente Santa Rita se lo llevó el río, porque hubo una creciente de más de tres metros del río Agüita, y en esa comunidad embera chamí hay confinadas en este momento unas 500 familias. Esta comunidad es muy grande, son unas 2.000 personas, las que están incomunicadas tras el daño de esa estructura, la única existente para el ingreso'.