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Tres meses después de haber sido golpeados por el huracán Iota, de categoría 5, los habitantes de San Andrés y Providencia siguen recibiendo ayudas humanitarias para sortear la difícil situación que les tocó vivir ese fatídico 16 de noviembre, en el que los fuertes vientos y el agua ocasionaron la muerte de una persona y afectaron el 98 por ciento de la infraestructura de Providencia.

El caos, el dolor y la destrucción reinaron en la zona; cientos de personas quedaron sin un techo dónde refugiarse y sin nada que ponerse, debido a que el agua y los fuertes vientos se llevaron todo a su paso.

Pese al duro golpe que les propinó la naturaleza, los isleños vienen luchando día a día para volver a levantarse ante la adversidad, no solo con el apoyo de las ayudas enviadas por el Estado, sino también por parte de miembros del mismo pueblo isleño, quienes se pusieron la mano en el corazón para ayudar a los más afectados por la tragedia.

Hay fundaciones privadas que están preocupadas por la situación de los isleños, tal es el caso de la fundación Vale la pena creer, la cual ha encabezado esa labor humanitaria, y cuyo origen se dio hace tres años tras la iniciativa de un grupo de jóvenes isleños que surgieron con el hashtag #ValeLaPenaCreer, liderados por el abogado y especialista en gobierno y políticas públicas, Carlos Arturo Fontalvo Suárez.

Ya son tres meses de haberse constituido como fundación y llevando alegrías y bienestar a sus conterráneos, bajo la presidencia de estudiante de administración de empresas, Esley De León Matos, otro nativo de esa zona del país que lucha por sacar adelante a su pueblo.

La fundación Vale la pena creer está integrada por un grupo interdisciplinario del que hacen parte trabajadores sociales, abogados, sicólogos, ingenieros, administradores de empresas, odontólogos, entre otros profesionales, quienes trabajan de la mano de la comunidad en procura de llevar bienestar social.

Ayudas y actividades

Tras la tragedia ocasionada por el devastador paso del huracán Iota por San Andrés y Providencia, los integrantes de la fundación Vale la pena creer se dieron a la tarea de ayudar, y de inmediato llevaron 300 mercados a Providencia, con el fin de aliviar la difícil situación por la que atravesaban sus habitantes.

Durante la pandemia también entregaron mercados en San Andrés, pero también a los raizales que se quedaron varados en el departamento del Atlántico por diferentes situaciones, entre ellos estudiantes. Fue así como llegaron hasta los diferentes albergues y lugares donde se encontraban ubicados como Barranquilla, Soledad, Malambo, Santo Tomás, Ponedera, Sabanalarga, Galapa, Puerto Colombia, entre otras zonas del departamento, para hacerles entregas de unos 470 mercados.