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Tras la intención del Gobierno de retornar al glifosato para disminuir los cultivos ilícitos en el país, que es un asunto sobre el que presionan permanentemente los EE. UU, subyace el dilema que enfrentan los campesinos cocaleros de, dicen, dejar de sembrar coca, que es un producto fácil de vender y de transportar, o dar una especie de salto al vacío con otros productos que, afirman, ni costean el transporte que les toca asumir de los bultos hasta las cabeceras municipales, en zonas apartadas que no tienen vías, presencia estatal ni el apoyo que reclaman para la sustitución.

Así lo afirma el campesino del sur de Córdoba y vocero de la Coordinadora Nacional de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana, COCCAM, Arnobi Zapata, quien en diálogo con EL HERALDO asegura que la Corte Constitucional dispuso como condición para el regreso al herbicida 'un orden jerárquico'.

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Alfo que no es sino 'el mismo del que se habla en el acuerdo de paz, en el que primero el Gobierno debe ofrecer a las comunidades la sustitución voluntaria de los cultivos a través del PNIS (Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos), pero este gobierno no ha ofertado el PNIS en ninguna parte y desde que llegó eliminó el programa de sustitución de su estrategia para erradicar cultivos de coca. Lo que hizo fue seguir implementando lo que el gobierno pasado había dejado, pero no ha inscrito una sola familia en el PNIS'.

Por su parte, la Consejería Presidencial para la Estabilización indicó a EL HERALDO que el Gobierno 'cumple cabalmente el PNIS' y que en este momento 'las 99.097 familias vinculadas al PNIS están recibiendo toda la atención financiera y técnica para la implementación de sus proyectos productivos'.

Agrega la entidad que el gobierno de Iván Duque 'ha invertido $ 946 mil millones' y que 'las familias vinculadas están recibiendo asistencia alimentaria inmediata, asistencia técnica, proyectos productivos con huertas caseras, proyectos productivos de ciclo corto y largo, y asistencia a familias antiguamente recolectoras'.

A su vez, el coronel (r) José Espejo, experto en seguridad, comentó en EL HERALDO que no se trata de que el PNIS sea bueno o malo 'sino de qué tan efectivo es en términos de monetización, porque siempre será más rentable en estas zonas periféricas cultivar coca que yuca, papa o maíz, porque no necesita abono, no necesita créditos, no requiere que el tiempo actúe para beneficio de la cosecha, porque la coca se da silvestre'.

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Esto se explica, añade el oficial retirado, en que 'si haces una erradicación manual o aérea, al kilómetro siguiente mueves tu parcela y nace silvestre la coca, y fuera de eso es un producto demasiado rentable'.