'Dormí bien', fue la respuesta de Ingrid Betancourt cuando EL HERALDO le preguntó cómo había sido su noche, después del encuentro con exmiembros de las extintas Farc-Ep a quienes ella misma llamó sus 'verdugos'. Para Ingrid 'no tener pesadillas' fue suficiente para poder afirmar que descargó, aunque sea un poco, el peso con el que cargaba desde hace 13 años.
En diálogo con este medio de comunicación, la excandidata presidencial se refirió al encuentro de ayer, sus sentimientos posteriores y lo que espera, a futuro, para Colombia. Después de terminar el acto pidiendo 'lágrimas' de quienes fueron sus captores, hoy afirmó 'entenderlos', comprender que lo que vio en los ojos de ellos ayer era lo mismo que veía mientras estaba secuestrada: 'Una especie de cortina que hace que no haya una comunicación entre lo que hay en el corazón y la cabeza'. A pesar de ello, aseguró no juzgarlos. 'No significa que ellos no tengan corazón, es que aún lo tienen endurecido'.
'Tenía expectativas sobre lo que iban a decir, pero ningún sentimiento negativo, porque las víctimas sí hemos hecho el camino', un camino que para ella no ha sido recompensado, pues hablar de 'reparación a las víctimas suena muy hueco'. 'La verdad es que no hay reparación, las Farc fueron un cartel de droga con muchos recursos, las víctimas estamos esperando que ese botín de guerra sirva para hacer la paz, es lo que estamos esperando'.