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Se ha vuelto casi costumbre que políticos, jueces y congresistas, entre otros funcionarios y particulares que se han visto inmersos en la presunta comisión de delitos como prevaricato, abuso de confianza, homicidio o corrupción, entre otros, se enfermen al momento de sus capturas y tengan que ser llevados, no a establecimientos de reclusión, sino a centros de salud.

Al momento de hacer efectivas las órdenes judiciales, los agentes de Policía Judicial, tanto del CTI como de la Sijín, se han encontrado con que a los sindicados les ha dado lo que popularmente se conoce como un ‘patatús’, que casi siempre es un desvanecimiento.

Si bien hay quienes consideran que se trata de una estrategia para evadir los barrotes de una celda, los señalados y sus defensores dicen que se trata de una consecuencia normal, previsible del procedimiento judicial.

El más reciente caso es el del abogado sucreño Emilio Tapia, capturado este lunes por el escándalo de contratos de 70 mil millones de pesos en Mintic.

Tapia ingresó a la urgencia de la Clínica Misericordia, la tarde de este domingo por una crisis de hipertensión.

Estos son algunos de los casos más sonados en el país.