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Miles de familias venezolanas han abandonado su país debido a la crisis que se vive en el territorio vecino. El propósito ha sido el de buscar una vida mejor. Sin embargo, en el camino se han encontrado con varios obstáculos como la estigmatización y exclusión.

Así lo evidenció un niño migrante que reside y estudia en la ciudad de Bogotá, cuando en medio de un taller realizado por el abogado y director del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación (CMPR), José Antequera Guzmán, dibujó la realidad que le ha tocado vivir.

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'Hoy hicimos un taller en el colegio de Ciudad Bolívar y una de las dinámicas era preguntarnos sobre lo injusto. Un niño dibujó este monumento a la injusticia y a la tristeza. Dibujó y habló porque resiste en una ciudad que le debe sus colores a los éxodos que la atraviesan', publicó Antequera en su Twitter con las imágenes que hizo el menor.

En la fotografía se puede ver dos figuras humanas pintadas de diferentes colores y un escrito al lado que dice: 'a veces nadie quiere jugar conmigo porque soy venezolano'.

Varios usuarios de las redes sociales han comentado sobre el tema refiriéndose a la dura situación que viven algunos extranjeros que migran de su país.