El pasado 3 de octubre un hombre identificado como Jefferson Andrés Navarro entró en un billar en la ciudad de Cúcuta, presuntamente, a robar.
Navarro llegó al lugar empuñando un arma e intimidando a las personas para despojarlas de sus pertenencias. Sin embargo, uno de los hombres que se encontraba departiendo en el recinto se abalanzó sobre él y logró interceptarlo para impedir el robo.
Alrededor de 7 hombres que se encontraban en el billar aprovecharon el momento y atacaron a Jefferson, quien recibió varios disparos con la misma pistola con la que estaba atracando. El hombre murió en el lugar.
Ante el hecho, la familia y allegados de Navarro enviaron un comunicado indicando que 'nadie puede tomar la justicia por mano propia' y mencionaron que el joven 'murió con 19 años: el niño de la casa, el menor como en cualquier hogar de Cúcuta – Colombia'.
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De acuerdo con el documento, los familiares del hombre relataron el momento diciendo que 'le dispararon a quemarropa 3 tiros, los demás lo golpean sin parar una y otra vez. Al no sentirse satisfechos, estos 7 hombres le clavaron en su cuerpo innumerables veces los tacos como estacas, haciéndole más de 30 heridas en su cuerpo'.
Una parte del texto menciona que 'lo más escalofriante es que muchas personas por redes sociales aplauden la muerte y ponen como héroes a estos siete hombres que lincharon a Jefferson sin ningún temor a Dios (…) en un acto ilegítimo, le quitaron el bien más preciado del ser humano que es la vida'.
En el documento los familiares de Jefferson indicaron que 'Si lo mataron entre todos, todos responden por homicidio, según Código Penal, principios éticos y la Constitución Política' y agregaron que el 'linchamiento en pleno siglo XXI debe ser castigado'.