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Luego de un evento para conmemorar los cinco años de la firma de los acuerdos de paz entre la extintas Farc-EP y el Estado colombiano, Rodrigo Granda, quien era conocido como el canciller de este grupo armado, se refirió a la decisión de la JEP en la que ordenan al antiguo secretariado de la guerrilla aceptar que cometieron el delito de esclavitud con los secuestrados.

Granda aseguró que no incurrieron en dicha contravención y por el contrario daban a retenidos actividades para batallar el 'aburrimiento'.

'Si alguna de las personas que estaba en retención decía que se sentía aburrida y que quería participar en ‘x o y’ trabajo de ahí mismo del campamento, se permitía, pero no era que fuera una obligación'.