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Se proclaman como una autoridad en la región y se constituyen como organizaciones que se mezclan con facilidad entre la población civil para hacer más difícil su identificación. Bajo esas características identifica la fuerza pública a los Comandos de la Frontera (CDF), esos grupos que en los últimos 20 días han estado presentes en el lenguaje castrense, tras el operativo en Putumayo que dejó 11 personas muertas.

Hasta la fecha, es poco lo que se sabe sobre las dinámicas de estas milicias que dicen ser 'una organización político-militar' que está al servicio de las comunidades afectadas 'por nuevos y peligrosos enemigos', entre los que mencionan los incumplimientos del Gobierno en lo económico, social, político, seguridad, y la 'inconsecuencia' de los dirigentes del nuevo partido de las Farc.

EL HERALDO tuvo acceso al manifiesto de uno de estos grupos que opera en el sur del país, en el que aseguran tener una ideología 'de centro' y dejan claro que no comulgan con doctrinas de izquierda o de derecha. 'Las teorías marxistas o fascistas no son aceptadas en nuestra estructura'.

El nombre de CDF, según el documento que describe a estos grupos, surge como 'resultado de las potencialidades' y 'experiencias' de la mayoría de los combatientes que integran la estructura.

'Somos un personal selecto sobrevivientes de muchos combates, especialistas en guerra irregular o asimétricas, nombre reciente dado a la guerra de guerrillas. En todas las estructuras militares del mundo sus fuerzas especiales las componen personal escogido por lo experimentado en el oficio o arte militar, razón suficiente para bautizar nuestro ejército con este título', señala el libro de estatutos de la emergente organización armada.